Como referencia, el revestimiento del suelo incorpora franjas de mosaico en las posiciones donde se levantaban las paredes interiores originales. El concepto de los colores elegidos en la reforma se basa en los restos de tonalidades encontradas en la vivienda antes de las obras.
Descripción del proyecto por Sandy Brunner Architecture y Maria Puebla
La vivienda a renovar, construida a principios del siglo 20, se basaba en una distribución clásica con habitaciones pequeñas y oscuras. El reto del proyecto era la transformación de estos pequeños espacios en espacios generosos y de calidad sin perder el encanto histórico de la vivienda, y aprovechando al máximo los 60 m² de superficie.
Se derriban todas las paredes interiores y el mobiliario adquiere la doble funcionalidad de lugar de almacenaje y elemento organi- zador del espacio. En la zona de las habitaciones, estos armarios no llegan al techo, aportando amplitud y relación visual entre espacios. Para liberar espacio en las habitaciones, las puertas de los armarios se colocan en el pasillo, reinterpretando un espacio corredor y convirtiéndolo ahora también en un vestidor.
La estrechez de la planta original se resuelve con la introducción de una pieza compacta en la zona de acceso de la vivienda: el cubo. Este volumen contiene el cuarto de baño, parte de la cocina, una zona de trabajo, el lavadero y espacio de almacenamiento. El techo del cubo, se convierte en un mirador. Desde allí, se tiene una visual limpia de todo el apartamento.
El derribo de las paredes interiores se plasma en forma de huellas en el revestimiento del suelo, incorporando franjas de nuevo mosaico hidráulico que dialogan con el hidráulico antiguo. El concepto de colores del proyecto se basa en los colores originales encontrados en las paredes.