
El nuevo albergue para niños, proyectado por ariasgarrido Arquitectos + GMM Ingeniería y Arquitectura, se organiza en tres niveles y distribuye los diferentes espacios en función tanto de las necesidades del programa como del particular entorno natural que lo rodea, promoviendo una interacción fluida, tanto visual como funcional.
La idea que estructuró la intervención fue que la propia obra propiciara el aprendizaje de los niños sobre el funcionamiento de un edificio. En ese sentido, en la medida de lo posible, las instalaciones que integran los sistemas de climatización, ventilación, producción de energía y recuperación de aguas pluviales se han dejado a la vista, con una clara vocación didáctica.
En cuanto a la materialidad, en el exterior, una envolvente compuesta por policarbonato y acero mejora el comportamiento térmico y la durabilidad del conjunto. En el interior, en contraste con el exterior, los arquitectos proponen un ambiente acogedor y cálido mediante la implementación de panelados de madera de pino.

Rehabilitación de un edificio para Espacio Joven Pinar por ariasgarrido Arquitectos + GMM Ingeniería y Arquitectura. Fotografía por Lutton Gant.
Descripción del proyecto por ariasgarrido Arquitectos + GMM Ingeniería y Arquitectura
La presente intervención aborda la rehabilitación y transformación del edificio que albergó la sede del antiguo Círculo Campestre Vallisoletano, una sociedad recreativa fundada en 1915 que ocupó esta parcela en el corazón del Pinar de Antequera, pulmón verde de la ciudad de Valladolid. El inmueble, se construyó en la década de 1960 con la estética de un chalet suizo, con una gran cubierta a dos aguas, pero ejecutado con estructura de hormigón armado y fachadas de fábrica de ladrillo revocado. Tras la extinción del derecho de uso por parte del Círculo en 2015 y la recuperación del inmueble por parte del Ayuntamiento, el edificio quedó en estado de abandono siendo objeto de numerosos actos de vandalismo.

El proyecto ha tenido como objetivo principal la adaptación del edificio a su nueva función como albergue para niños, dotándolo de soluciones arquitectónicas que garantizan la eficiencia energética y la sostenibilidad. Para ello, se ha llevado a cabo una reforma integral manteniendo la volumetría original del edificio, caracterizada por su gran cubierta, pero introduciendo una envolvente contemporánea compuesta por policarbonato y acero que mejora el comportamiento térmico y la durabilidad del conjunto. En el interior, se ha optado por un diseño cálido y funcional, empleando panelados de madera de pino que generan un ambiente acogedor. Todas las instalaciones se han dejado vistas con una clara vocación didáctica, incluso los cuartos de instalaciones se han considerado como una parte visitable del complejo. La idea es que aparte de otros valores ambientales evidentes en este fantástico entorno natural, la intervención propicie el aprendizaje por parte de los niños de cómo funciona un edificio.
Desde el punto de vista técnico y ambiental, la rehabilitación ha incorporado las últimas innovaciones en materia de sostenibilidad y eficiencia energética. El edificio cuenta con un sistema avanzado de climatización y ventilación eficiente, producción de energía mediante paneles fotovoltaicos, estrategias de recuperación y reutilización de aguas pluviales, así como un sistema de reciclado de aguas grises que optimiza el consumo de recursos hídricos.

En cuanto a su organización funcional, el nuevo albergue se desarrolla en tres niveles: sótano, planta baja y planta bajo cubierta. En el sótano, se ha introducido un gran patio inglés que permite la iluminación y ventilación natural de este nivel, además de alojar las instalaciones de climatización sin impacto visual. La planta baja alberga el acceso principal a través de un amplio vestíbulo polivalente, que actúa como espacio de encuentro y relación para los usuarios. En esta misma planta se sitúa el comedor, vinculado directamente al porche exterior del edificio, lo que facilita una conexión fluida con el entorno natural. Finalmente, en la planta superior se disponen los dormitorios, vestuarios, duchas y aseos tanto para los niños como para los monitores, configurando un esquema funcional eficiente y adaptado a las necesidades del programa.