La gran bolsa metálica presentaba una singular imagen, gracias a las cuerdas que la envuelven o sujetada para que no saliese volando. La estructura estaba unida a 8 grandes ventiladores que la mantienen constantemente inflada, creando un interior de hasta 6 metros de alto similar a un iglu donde se encontraban las sillas, con una capacidad de 250 personas, y un escenario.
El acceso se realizaba a través de pequeñas ranuras en los laterales de la estructura que permiten el paso de visitantes y asistentes a la programación mientras se mantienen inflada.
Programming was oriented around this theme, focusing on topics including the increase in informal housing, land seizures, the deterioration of public spaces, and the vulnerability of the environment.
Pabellón para la XXII Bienal de Chile por Smilian Radic y Nicolás Schmidt. Fotografía de Cristobal Palma, Estudio Palma / XXII Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Chile.
Pabellón para la XXII Bienal de Chile por Smilian Radic y Nicolás Schmidt. Fotografía de Cristobal Palma, Estudio Palma / XXII Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Chile.