La ciudad BBVA, de Herzog & de Meuron, es uno de los edificios a los que Open House nos invita a visitar este año. La construcción del edificio comenzó en 2009 y terminó hace dos años, en el 2015. El edificio comprende oficinas del banco BBVA, así como jardines y patios, servicios comunes y de comercio, entre otros. Se caracteriza por su elemento vertical circular a modo de torre llamado La Vela en contraste con su base horizontal muy lineal. Además, el tratamiento de la fachada mediante lamas consigue que la fachada adquiera una cierta textura.
Nosotros realizamos una visita a la Ciudad BBVA el pasado 28 de Julio y os contamos nuestra experiencia, con la estupendas fotografías de Rubén P. Bescós.
Una vez pasados los controles, llegamos al patio central donde se encuentra la famosa Vela. Alrededor, todo tipo de dependencias: desde lo más obvio como son las oficinas, salas de reuniones u auditorios, hasta lo más inesperado como es una guardería, una panadería, un restaurante, una tintorería o incluso un centro deportivo. Nos llama la atención que al andar por las diferentes calles de la sede uno no siente que se encuentra en el interior de un edificio, sino que realmente está recorriendo una ciudad o un barrio.
En la visita nos explicaron que el mismo arquitecto pretendía que el edificio fuese como una alfombra que se posaba sobre el terreno, y que por ello los forjados no son rectos y adoptan la topografía irregular del terreno inferior. Esto también ayuda a que la mayor parte del edificio sea transitable sin necesidad de usar ascensores o escaleras; las mismas rampas de los forjados te transportan por todo su interior.
La apariencia de sencillez y ligereza también se lleva al interior, diseñado por el equipo de arquitectura de interiores SOM. Los espacios son abiertos, acristalados, multidisciplinares y creados para la conexión e interrelación en vez de para la división y jerarquización. Incluso la Vela, que da la apariencia de ser muy estrecha desde el exterior, nos sorprende con espacios amplios y luminosos. Su propia estructura ovalada perimetral y de hormigón se intuye perfectamente en la intersección con el suelo (en las plantas sótano) y nos sorprende con sus enormes dimensiones.
También nos explicaron cómo el proyecto responde a temas de sostenibilidad y ahorro energético. La sede cuenta con las certificaciones ISO 14001 y LEED Oro, y esto es debido a la elección de los materiales de bajo impacto ambiental, al sistema de reciclaje y reutilización del agua (en baños y cubierta), su iluminación por LEDs, el sistema de protección solar de la fachada mediante lamas, los paneles solares y energía geotérmica utilizados y el sistema de climatización por vigas frías activas.
En general, recomendamos fuertemente su visita ya que, aunque el edificio ya sorprende desde el exterior por su movimiento en la fachada y su elemento singular La Vela, sorprende aún más cuando indagamos en su interior.
Descripción del proyecto por Herzog & de Meuron, Octubre 2010
En la periferia de la capital
La última sede de BBVA se encuentra en la periferia al norte de Madrid. El sitio se encuentra frente a la autopista y está rodeado de oficinas de nueva construcción, edificios comerciales y urbanizaciones residenciales. Cuando el banco adquirió el terreno, ocho edificios inacabados de oficinas ocupaban una porción sustancial del mismo, y estos edificios existentes fueron incorporados lo máximo posible al nuevo desarrollo.
Una alfombra
Una estructura lineal de edificios de tres pisos, con patios, pasadizos y jardines de regadío, se extiende por todo el terreno -el cual tiene una pendiente considerable- como una alfombra, análoga a un jardín árabe. Elegimos "internalizar" el complejo, diseñarlo únicamente en torno a las necesidades internas de BBVA, dado que el entorno no tenía mucha identidad, simplemente no había mucho con lo que relacionarse. La disposición en baja altura fomenta la comunicación: en lugar de utilizar ascensores, la gente sube por las escaleras y se crea un intercambio informal; la máxima transparencia visual proporciona una visión general y una sensación de comunidad; mientras que las unidades más pequeñas permiten a los empleados identificarse con su grupo de trabajo particular.
La nueva sede está diseñada para 6000 personas. Tanto el lugar como la escala del desarrollo nos desafiaron a buscar una solución radical: elegimos crear un oasis hacia dentro en este paisaje urbano anónimo, un lugar que estableciese un equilibrio entre lo natural y lo construido y que funcionase tanto como una pequeña ciudad como un gran jardín.
Los edificios existentes se alteran para unirse con las nuevas estructuras, y para crear oficinas y jardines de similar linealidad y escala. Se cortan o se rellenan para integrarse en la "tela" global.
Un tipo de arquitectura meridional
Es una arquitectura consistente, su estructura se muestra notablemente. Es un diseño que participa de la fuerte influencia de las condiciones solares, que en última instancia resulta en un tipo de arquitectura del sur. A lo largo de los estrechos jardines y calles internas, las columnas de hormigón y las losas en voladizo proporcionan sombra para evitar la radiación solar excesiva, lo que reduce la demanda de aire acondicionado. El acristalamiento en todo el perímetro proporciona buenas condiciones de iluminación natural en las oficinas para minimizar la iluminación artificial.
A lo largo del perímetro del edificio desarrollamos lamas que se fijan entre las losas de los forjados. A diferencia de otras referencias modernas más famosas, estas lamas se cortan en la parte inferior en un ángulo para proporcionar más vista y utilizar luz natural donde la protección es menos necesaria - dando como resultado un elemento figurativo que varía en dirección y tamaño según el ángulo solar y el programa. El terreno inclinado crea otra secuencia sutil pero influyente en la fachada, mientras que las lamas ajustan la altura.
Localización de BBVA en el horizonte de Madrid
Un volumen circular como una plaza se recorta de la alfombra y se inclina hacia arriba para convertirse en una torre muy delgada, señalando el BBVA en el horizonte de Madrid. En contraste con las oficinas de poca altura, la torre ofrece otro tipo de espacio de trabajo, con vistas de la ciudad y las montañas. La plaza está decorada con cientos de árboles y rodeada de varios servicios comunes. Juntos, la plaza y la torre proporcionan orientación a todo el conjunto.