E2A proyectaron un sistema estructural a modo de red con el mínimo de material para lograr la máxima capacidad de carga. Todas las partes tienen que hacer lo mismo y conseguir la estabilidad como conjunto. Es un sistema sin jerarquía. El aspecto arquitectónico de la nueva sede del TAZ se convierte en estructura y símbolo de la organización al mismo tiempo.
Las áreas de oficinas de 13 metros de profundidad crean un ambiente de taller y permiten diferentes formas de trabajo. En el centro del edificio, una escultural escalera vertical conecta las diferentes plantas.
Descripción del proyecto por E2A
En su situación especial de esquina en la Friedrichstraße, el nuevo edificio del "taz" debe mediar entre el bloque tradicional de Berlín y los edificios solitarios de la época del IBA en 1984. La combinación de esquina y bloque se resolvió de manera sencilla: se adoptó la altura del alero de Berlín dada por la Friedrichstraße y el bloque continuó. Un suave retranqueo en la fachada crea una entrada claramente acentuada. La calle, la esquina y el patio se convierten así en el leitmotiv urbano y transforman el potencial envolvente del edificio del plan de desarrollo actual en una volumetría simple y concisa.
El sistema estructural de la nueva sede está diseñado como una red con un mínimo de material para lograr la máxima capacidad de carga. Todas las partes tienen que hacer lo mismo y conseguir la estabilidad como conjunto. Es un sistema sin jerarquía. El aspecto arquitectónico de la nueva casa para el taz se convierte en estructura y símbolo de la organización al mismo tiempo. Externamente, la estructura de la red aparece como una capa de filigrana con balcones franceses. Se despliega por el nuevo edificio y le da su ligereza. Las áreas de oficinas de 13 metros de profundidad crean un ambiente de taller y permiten diferentes formas de trabajo. En el centro del edificio, una escultural escalera vertical conecta los pisos.
La arquitectura, la fachada y la tecnología de construcción escasa, pero utilizada de manera inteligente, se coordinan de manera óptima para desarrollar un concepto de construcción y tecnología con una gran comodidad para el usuario y un aporte energético mínimo. Preferiblemente, las condiciones equilibradas en todo el complejo de edificios mantienen cortos los períodos de calentamiento y enfriamiento y, entre estos períodos, proporcionan períodos de transición más largos sin energía. Además, las estructuras de espacios abiertos compensan las diferencias climáticas entre las diferentes orientaciones de fachadas. La reducción constante de las cargas térmicas reduce al mínimo la rotación de energía en las habitaciones, lo que tiene un efecto positivo en el consumo de energía y el confort térmico.