Dejando los materiales desnudos, desde la entrada de la vivienda se perciben las diferentes zonas y actuaciones del conjunto, se buscó diferenciar la vivienda original de la zona ampliada, poniendo en valor el granito existente en la edificación antigua, y potenciando la imagen del hormigón entablillado en la nueva zona de dormitorios.
Casa V por G34 arquitectos. Fotografía por Imagen Subliminal
Descripción del proyecto por G34 arquitectos
Después de visitar varias parcelas en la Sierra de Guadarrama, con Lucía y Pablo, buenos amigos y promotores del encargo, lo tuvimos claro al entrar en aquella parcela en Navacerrada.
Detrás de la puerta, encontramos una pequeña vivienda de mediados del siglo pasado, envuelta en un revoco a la tirolesa y protegida por una cubierta de tejas a dos aguas en muy mal estado. Alrededor, una impresionante parcela con gran vegetación autóctona y riqueza arbórea donde dos pequeñas construcciones, una piscina y numerosos muros de mampostería de granito madrileño ordenaban con buen criterio los más de 1800 metros cuadrados y sus casi 15 metros de desnivel.
La propiedad nos dio la opción entre demoler y proyectar desde cero, o aprovechar parte de las construcciones existentes. Tras realizar unas calas y descubrir que bajo el revoco había una mampostería de granito de buen aspecto, decidimos conservar la antigua vivienda y aprovechar este volumen principal para albergar los usos públicos del programa.
Casa V por G34 arquitectos. Fotografía por Imagen Subliminal
Para la zona más privativa de la vivienda, proyectamos dos volúmenes de hormigón, que apoyaríamos en uno de los muros de granito existentes. Esta decisión nos permitía articular volumétricamente la vivienda para reducir su impacto visual y poder adaptarnos con más facilidad a los elementos existentes en la parcela.
Con la pendiente hacia las mejores vistas, decidimos orientar la ampliación hacia el sureste, encuadrando el pantano de Navacerrada dentro de unas grandes cristaleras en los frentes volados de las cabañas. Con este gesto, conseguimos, gracias al reflejo de la vegetación, aligerar el conjunto y mimetizarnos con el entorno.
A la hora de decidir los acabados, queríamos diferenciar la vivienda original de la zona ampliada. En esta última, los cubos se realizaron de hormigón entablillado con una cubierta ajardinada. En el volumen existente, una vez retirada la cubierta y descubierto el granito, la resolvimos con una cercha de madera apoyada en los grandes muros laterales. Esto nos permitía generar un gran porche, sin apoyo alguno que pudiera interrumpir las vistas. Para aumentar la sensación de ligereza, se utilizó un zinc de color grafito para rematarla.
Casa V por G34 arquitectos. Fotografía por Imagen Subliminal
Finalmente, para unir la vivienda original con la zona ampliada, utilizamos un espacio acristalado en la fachada norte, desde el que se realiza el acceso. Dejando los materiales desnudos, desde la entrada de la vivienda se perciben las diferentes zonas y actuaciones del conjunto. Con el granito existente a la derecha, y el hormigón entablillado en la zona de las habitaciones.
Confiamos en haber conseguido una actuación amable con el paisaje. Una actuación que permite a las personas que habitan la vivienda interactuar con la naturaleza que les rodea y ser conscientes desde cada una de las estancias, del entorno tan privilegiado que los acompaña.