Se trata de un sistema para crear convección atmosférica a gran escala en el cerro San Cristóbal de Santiago de Chile, con criterios fundamentalmente ambientales.

Creando una identidad mundial
La propuesta utiliza el cerro para crear convección atmosférica, eliminando el problema de la calidad del aire, al mismo tiempo que acelera la transformación de Santiago en una ciudad global del siglo XXI. Esta convección crea una capa de turbulencias que se situa entre el aire contaminado atrapado en la parte inferior  y el aire caliente superior, iniciando diariamente una tormenta que limpia el aire. Esta tormenta diaria se convierte en el icono global de Santiago.

Un interesante efecto secundario de la globalización parece ser una ansiedad por la identidad local. Los cachureos (tchochkes) artesanales tradicionales, obstruyen los puntos de venta ambulante, como una suerte de artefacto de consumo de identidad y cultura local.

Esta ansiedad se aplica a las ciudades también. Si bien Santiago tiene espacio público, algunos Santiaguinos dicen que no tiene identidad pública, o que la ciudad no tiene una visión de sí misma. Es un hecho que en la actualidad, gran parte de los espacios públicos de Santiago no están programados. ¿Es éste el resultado directo de una pregunta sobre la identidad de la propia ciudad? ¿Puede una nueva identidad ser generada a través de un cambio importante? ¿Qué pasaría si al cambiar el clima se pudiera generar dicha evolución?

Un dispositivo  atmosférico
Parque Atmósfera propone un pulmón para la ciudad de Santiago, que aprovecha la altura del cerro San Cristóbal para hacer un dispositivo atmosférico que sirve como icono para la ciudad y para Chile en el siglo XXI.

Un estilo de vida del siglo XXI
Esta propuesta posiciona a Santiago en la escena mundial, por medio de la inclusión del cerro San Cristóbal, un sitio en el centro de la ciudad, su punto más alto, y visible desde cualquier lugar de la ciudad.

En este nuevo mundo, el programa ha sido diseñado para fomentar la participación de los visitantes de los túneles y las torres. Las torres organizan el nuevo paisaje del parque como un conjunto de atractores verticales, que arrastran a los usuarios hacia adentro y hacia arriba para la recreación y el ocio. ¿Podrían los túneles y sus instalaciones contribuir a una despolarización de la esfera social chilena?

¿Un acelerador social?
La arquitectura no puede crear una revolución; sin embargo, la arquitectura tiene la capacidad de posicionar cambios tecnológicos y sociales en situaciones que la gente pueda entender, por lo tanto, la arquitectura puede acelerar o desacelerar esas transformaciones.

¿La unificación de la ciudad?

El cerro es la bisagra de la ciudad, separa a Santiago física y visualmente. Esta propuesta tiene por objeto unir a la ciudad, reconsiderando al cerro San Cristóbal como un nuevo centro en lugar de un elemento divisor.

Santiago es una ciudad de extremos. No tiene un único alcalde, pero es una aglomeración de 6,6 millones de personas, regida por 32 municipios más el gobierno central de Chile, lo que crea una situación extraordinariamente burocrática. El cerro San Cristóbal está sometido a seis jurisdicciones: las cinco comunas que lo bordean mas el Ministerio de Vivienda. Mirando a la ciudad desde lo alto del cerro, se ven dos Santiagos muy distintos. Hacia el este está el centro financiero de la ciudad con sus rascacielos y parques, y hacia el oeste se encuentran estructuras informales de poca altura. Los seis túneles unen a la ciudad, por medio de vías adicionales de circulación a través del cerro y de los programas que cada túnel contiene. ¿Serán capaces de acelerar la transformación social y económica de la ciudad de los próximos 100 años?

Estructuras tensadas
Se utiliza un sistema de tensión para las torres, tanto por su eficiencia estructural como por ser un emblema de tensión social producida por los distintos Santiagos a cada lado del cerro San Cristóbal.

Colgando de las torres hay un sistema de velas solares, que se pueden desplegar para mejorar el efecto Venturi en el sistema, calentando el aire con la radiación solar, y aumentando la diferencia de presión de aire entre las torres y los túneles.

Leer más
Contraer

Más información

Bernard Tschumi (1944) es director de Bernard Tschumi Arquitectos, Nueva York y París. Teórico, autor, docente, y arquitecto, conocido internacionalmente por libros como "The Manhattan Transcripts", "Architecture and Disjunction" y proyectos construidos, incluyendo el Parque de la Villette, el Museo de la Acrópolis, El Centro de Arte Contemporáneo Le Fresnoy, o la sede de Vacheron-Constantin Corporate, entre otros.

Tschumi  fue galardonado con el Grand Prix National d’Architecture de Francia en 1996, así como con numerosos premios del  American Institute of Architects y la National Endowment for the Arts. Es miembro internacional del Royal Institute of British Architects en Inglaterra y miembro del Collège International de Philosophie y de la Academia de Arquitectura de Francia, donde ha sido galardonado con diferentes distinciones  que incluyen el grado de Oficial, tanto en la Légion d’Honneur y la Ordre des Arts et des Lettres. Es miembro de la Junta de Asesores del American Institute of Architects.

Arquitecto por el Federal Institute of Technology (ETH) in Zurich, Suiza, Tschumi ha enseñado arquitectura en una serie de instituciones como la Architectural Association de Londres, la Universidad de Princeton, y The Cooper Union en Nueva York. Fue Decano de la Graduate School of Architecture, Planning and Preservation at Columbia University, desde 1988 hasta 2003 y actualmente es profesor en la Escuela Superior de Arquitectura.

El trabajo de Tschumi  ha sido expuesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), en la Bienal de Arquitectura de Venecia, en el Instituto Holandés de Arquitectura de Rotterdam, en el Centro Pompidou de París, así como en museos y galerías de arte en los Estados Unidos y Europa.

Leer más
Publicado en: 23 de Octubre de 2010
Cita: "LOS VIEJOS ROQUEROS NUNCA MUEREN" METALOCUS. Accedido el
<http://www.metalocus.es/es/noticias/los-viejos-roqueros-nunca-mueren> ISSN 1139-6415
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...
Loading content ...