La vivienda se convierte en un conjunto de piedras que permanecen que se anclan al lugar desde una visión contemporánea.
Descripción del proyecto por Alventosa Morell Arquitectes
La casa AA, es una casa pensada como segunda residencia situada en el límite del centro de la ciudad de una pequeña población del Baix Empordà donde predominan las construcciones combinadas de piedra y obra vista.
El solar donde se ubica la construcción tiene una orientación norte-sur, queda afectado por los fuertes vientos de tramontana y dispone de un único vial de acceso. Este vial es el camino que une Ullà con las poblaciones de la Escala y Torroella de Montgrí. Es básicamente una carretera y, por tanto, tiene un uso rodado y no peatonal.
El objetivo de la propuesta se basa en la voluntad de diseñar una casa integrada en el paisaje que configuran el conjunto de casas típicas del centro de la población y crear un ambiente íntimo, alejado de la circulación de la carretera. Al mismo tiempo, también es prioritario proyectar una vivienda bioclimática que aproveche las condiciones meteorológicas del solar para disfrutar del máximo confort posible.
La propuesta se genera a partir de un muro y dos franjas que delimitan unos usos muy concretos.
El límite entre nuestro solar y la carretera que le da acceso se realiza a partir de un muro de piedra del país, donde únicamente encontramos 2 agujeros: la puerta de acceso peatonal y la puerta de acceso del garaje. Es una pared compacta que nos aísla del ruido de la misma carretera y nos protege del fuerte viento.
Una vez accedemos a dentro de nuestra parcela encontramos la 1ª franja donde se ubican las áreas húmedas secundarias (baños y lavaderos) formadas a partir de tres volúmenes de obra vista manual que nos ayudan a trabar el muro de piedra. Estos dos volúmenes se disponen creando 3 patios, uno de ellos el parking, que nos permiten mejorar las condiciones de ventilación e iluminación natural y, a la vez, actúan como filtro entre el vial rodado y las áreas más relajadas de la 2ª franja.
En esta 2ª franja encontramos el espacio diáfano principal (cocina, comedor y estar) y las habitaciones. Todas las piezas están orientadas a sur, mirando al jardín interior y abiertas a una terraza pavimentada situada a un nivel superior del jardín principal donde se encuentra la piscina. Con el fin de protegernos de la radiación solar las habitaciones tienen contraventanas de madera. En cambio, en el espacio diáfano el sistema de protección solar se basa en un sistema que combina una pérgola metálica y plantas enredaderas (glicinas).
En cuanto a las paredes interiores de las habitaciones se realizan con un sistema constructivo en seco con el fin de adaptar esta 2ª franja al paso del tiempo y a las necesidades de los clientes. Así pues, el espacio diáfano formado por la cocina-comedor-estar puede crecer en función del número de habitaciones que necesiten en un futuro (actualmente 4 habitaciones).
El sistema constructivo se basó en muros de carga de obra vista manual o piedra del país que soportan los forjados de hormigón. En el caso de la primera franja, una losa de 12 cm y con respecto a la segunda franja, un forjado de 16 cm de espesor realizado con viguetas de hormigón in-situ.
A diferencia de los muros de cara vista de los volúmenes que configuran los patios de la primera franja, en la 2ª franja, optamos por girar la obra vista trabajando como pilastras Esta medida nos permite garantizar la estabilidad de las fachadas a pesar de trabajar con tabiques en seco y, al mismo tiempo, configurar una fachada interior bastante singular.
Es una vivienda pensada para ser una 2ª residencia, es decir, con un uso puntual. Como consecuencia, hemos decidido no trabajar con inercia térmica pero sí con un envolvente muy resistente térmicamente. Situamos todo el aislamiento de 12 cm por la cara interior de muros y forjados formando un perímetro continuo. Este hecho nos permite tener un buen comportamiento bioclimático y facilitar un calentamiento rápido con el fin de adaptarse a las necesidades de los clientes.