La sostenibilidad es parte integral del diseño del proyecto. El amplio techo de vidrio incorpora tecnologías fotovoltaicas innovadoras, que según la práctica producen casi seis veces la energía consumida por el edificio. Sobresale por los cuatro lados para reducir la cantidad de luz solar directa que recibe el edificio mientras crea un espacio de transición entre el interior y el exterior. Una claraboya central y fachadas acristaladas cuidadosamente integradas aportan luz natural a los espacios interiores, reduciendo la necesidad de iluminación artificial. Los materiales de construcción naturales contribuyen a un entorno biofílico y mejoran el bienestar de los visitantes y empleados.
El espacio interior es abovedado y sin columnas, para crear un volumen extremadamente espacioso y flexible. Un núcleo asimétrico separa dos zonas distintivas que ofrecen diferentes experiencias de los vinos Faustino. Una escalera central y un ascensor conectan la planta baja con el entrepiso de arriba, que sale en voladizo del núcleo con vista al espacio de abajo y al hermoso paisaje de viñedos más allá.
El proyecto también insufla nueva vida a las bodegas de embotellado y añejamiento, oficinas y patios de producción existentes en el sitio, actualizándolos para satisfacer las necesidades contemporáneas y permitiendo a Faustino realizar mejoras continuas en su vinificación. El resultado es una solución silenciosa, más eficiente y resistente que ha mejorado la productividad al mismo tiempo que permite que la bodega organice recorridos y visitas guiadas. Además, se ha agregado vegetación a las fachadas existentes para permitir un mejor rendimiento energético. El nuevo paisajismo conecta los elementos nuevos y existentes de la bodega con especies nativas cuidadosamente seleccionadas que mejoran la biodiversidad.