Siguiendo el plan maestro del castillo de Château Margaux, que fue construido en 1815, se ha finalizado la ampliación y renovación de las bodegas existentes en la finca por Foster + Partners, y en las que se elabora el famoso vino que lleva el nombre del castillo. El nuevo edificio ha sido diseñado uniendo las nuevas tecnologías con la arquitectura tradicional de la zona, lo que le da un aspecto liviano y moderno pero integrándose en el paisaje.
La finca fue construida a principios del siglo XIX y en ese momento Louis Combes creó un complejo armonioso de edificios. Aunque éstos continuamente han sido objeto de cambios a lo largo de la historia de la finca, las modificaciones no han respondido adecuadamente a la evolución de nuestras técnicas de trabajo.
Es por esta razón que este proyecto se ha realizado, de modo que Château Margaux pueda continuar su perpetua búsqueda de la excelencia y la calidad. Sin embargo, es esencial que Château Margaux permanezca fiel a su patrimonio arquitectónico. La concepción y la orquestación de este desarrollo ha sido confiada a Lord Norman Foster. La finca no ha experimentado un cambio de imagen tal desde hace 200 años!
Descripción del proyecto por Foster and Partners
Siguiendo un plan maestro estratégico, se ha completado con el nuevo edifico en la finca de Château Margaux, el primero desde hace doscientos años. Además de la nueva bodega, el "Chai Nouveau", el proyecto incluye una nueva Vinoteca, la renovación de los edificios existentes y la histórica "Orangerie". Todas estas instalaciones proporcionan las facilidades para que este productor de vino continúe siendo excelente.
El Nouveau Chai es un nuevo edificio para la producción tanto de vino tinto como de blanco, que se extiende por el ala este del edificio, de principios del siglo XIX. Su cerramiento abierto y altamente flexible toma forma de los diferentes procesos de elaboración del vino, e incluye un nuevo centro de investigación y desarrollo. En su simplicidad, el edificio quiere reinterpretar la arquitectura vernácula de los tejados y armoniza con los edificios industriales existentes en la finca. El nuevo edificio tiene una cubierta a dos aguas, sostenida por columnas en forma de árboles y salpicado de puntos de luz. La innovadora solución estructural fue el resultado del trabajo en equipo entre ingenieros y arquitectos.
Enterrada bajo el viñedo para hacer la mínima intervención en el paisaje está la nueva Vinoteca que tiene 70 metros de largo. Situado lejos de la zona de inundación, la nueva instalación proporciona almacenamiento subterráneo seguro, en el centro de la finca se encuentra el almacén para guardar las famosas botellas de Château Margaux. La masa térmica de la estructura de hormigón ayuda a regular naturalmente la temperatura.
Con la adición del "Chai Nouveau" y la Vinacoteca, hubo la oportunidad de utilizar el espacio de la bodega existente. Este edificio ahora está dedicado por completo a la producción de vino tinto. Para maximizar la eficiencia, zonas como la tonelería han sido trasladadas y la anterior Vinacoteca se ha convertido una vez más en un almacenamiento para barriles. Otros espacios, como la pasarela hacia las viejas bodegas, se han reformado para mejorar la experiencia de los invitados. El patio central también ha sido rediseñado para dar cabida a la instalación temporal de trabajadores durante la temporada de cosecha.
Situado en el norte de la parcela, los 640 metros cuadrados del "Orangerie", la estructura más antigua en la finca, han sido completamente reformadas. Con el tiempo, el edificio histórico había sido alterado hasta perder su carácter. Las adiciones recientes se han eliminado y se ha restaurado el diseño de la estructura original. Esto incluye la apertura de grandes ventanales orientados al sur para crear un jardín de invierno lleno de luz, lo que proporciona un espacio flexible para organizar eventos. El "Orangerie" protege de nuevo naranjos y limoneros, durante los meses de invierno, y en el periodo de la cosecha se utiliza como un comedor.
Lord Foster:
"Como amante del vino que soy, solo hay un único Château Margaux que es una etiqueta sagrada. El diseño se inspiro por el carácter de la finca existente, a lo que Bernard Rudofsky llama “arquitectura sin arquitectos”, la arquitectura vernácula que abarca todo, desde los molinos de vientos a los puentes y las maravillosas herencias del 'granero'. He estado fascinado por esta tradición anónima desde mis días de estudiante. En Margaux me inspiré en un almuerzo comunitario, durante la recolección de las uvas, un espacio abierto debajo de una gran cubierta con estructuras. Por la investigación de las ruinas, en otro lugar de la finca, fue posible reciclar superficies para crear otra cubierta mayor con el mismo carácter vernáculo. La nueva bodega tiene sus raíces en la tecnología de hoy y lo mejor de las tradicionales, es "el lugar", tanto en la cultura de la arquitectura local como de la industria de elaboración del vino. El panorama general de la Finca Margaux está enfocado en asegurar que el Château original de 1815 sigua siendo el protagonista de la arquitectura. A primera vista no parece ser un nuevo edificio. Esto es deliberado y es sólo en una inspección más cercana de cómo se revela nueva adición”.