Es autor de obras emblemáticas desde mediados del siglo XX, como el estadio Paulistano Athletic Club, en São Paulo, Brasil, de 1958, y de obras como la contundente Praça do Patriarca también en São Paulo, realizada entre 1992-2002. Ha realizado obras a uno y otro lado del Atlántico, como el Museu dos Coches en Lisboa en 2015 o la reforma para el Sesc 24 de Maio, en 2017.
Su arquitectura pareció resurgir fuera de Brasil cuando se acercaba a los 70 añosd. Además del Pritzker, en los últimos años fue galardonado con el León de Oro de Venecia, en 2016, el Praemium Imperiale de Japón, en 2016 y la medalla de oro del Real Instituto de Arquitectos Británicos (RIBA), en 2017.
Hijo de un ingeniero, nació en Vitória, Espírito Santo (Brasil) en 1928. La carrera la realizÓ en Río de Janeiro antes de trasladarse a São Paulo, donde consolidó su carrera, siempre ligada a la docencia de la arquitectura, siendo profesor de proyectos en la FAU-USP entre 1961 y 1999.
El mismo año en que ganó el concurso del Pabellón de Brasil para la Expo'70 de Osaka, en equipo con Jorge Caron, Júlio Katinsky y Ruy Ohtake, fue represaliado, impidiéndosele trabajar por la junta militar brasileña en 1969, situación de la que no sería rehabilitado hasta 1980, cuando fue amnistiado. Ejerció la dodencia hasta 1998.
Con una trayectoria de arquitecturas extraordinarias, su pensamiento y discurso arquitectónico le acompañaba al mismo nivel. En una entrevista a El País, en 2015, reflexionaba así sobre la ciudad de São Paulo: «São Paulo debería tener 250 kilómetros de metro y tiene 50, 60, incluso hoy. Ayer mismo, los periódicos informaron que São Paulo vende 500 autos al día. Esto ha estado sucediendo durante mucho tiempo. Si imagina cuánta agua cuesta o gasta un automóvil por día, verá que el consumo de agua ha ido creciendo en São Paulo durante mucho tiempo».
Su arquitectura pareció resurgir fuera de Brasil cuando se acercaba a los 70 añosd. Además del Pritzker, en los últimos años fue galardonado con el León de Oro de Venecia, en 2016, el Praemium Imperiale de Japón, en 2016 y la medalla de oro del Real Instituto de Arquitectos Británicos (RIBA), en 2017.
Hijo de un ingeniero, nació en Vitória, Espírito Santo (Brasil) en 1928. La carrera la realizÓ en Río de Janeiro antes de trasladarse a São Paulo, donde consolidó su carrera, siempre ligada a la docencia de la arquitectura, siendo profesor de proyectos en la FAU-USP entre 1961 y 1999.
El mismo año en que ganó el concurso del Pabellón de Brasil para la Expo'70 de Osaka, en equipo con Jorge Caron, Júlio Katinsky y Ruy Ohtake, fue represaliado, impidiéndosele trabajar por la junta militar brasileña en 1969, situación de la que no sería rehabilitado hasta 1980, cuando fue amnistiado. Ejerció la dodencia hasta 1998.
Con una trayectoria de arquitecturas extraordinarias, su pensamiento y discurso arquitectónico le acompañaba al mismo nivel. En una entrevista a El País, en 2015, reflexionaba así sobre la ciudad de São Paulo: «São Paulo debería tener 250 kilómetros de metro y tiene 50, 60, incluso hoy. Ayer mismo, los periódicos informaron que São Paulo vende 500 autos al día. Esto ha estado sucediendo durante mucho tiempo. Si imagina cuánta agua cuesta o gasta un automóvil por día, verá que el consumo de agua ha ido creciendo en São Paulo durante mucho tiempo».
Cuando se le preguntó, en 2018, sobre la posibilidad de morir, citó a Hannah Arendt: «Soy muy curioso. Lo sabemos, ¿verdad? Me gusta mucho un dicho que, si no me equivoco, es de Hannah Arendt, o ella lo dijo: "todos sabemos que vamos a morir, sin embargo sabemos que no nacimos para morir, nacimos para seguir"».
Actualmente su legado como arquitecto, unos 8.800 documentos y maquetas, relacionados con más de 320 proyectos, se encuentra en la Casa da Arquitectura, una institución portuguesa con sede en Matosinhos, cerca de Oporto, que se dedica a preservar y difundir la arquitectura.