FICOMIC y el MNAC organizan la exposición El Víbora. Comix contracultural, un homenaje a la desaparecida revista, testimonio de los inicios de la democracia y de la eclosión del movimiento underground. Con cerca de 100 portadas, 38 obras originales, fotografías y documentación complementaria la muestra celebra los 40 años de la aparición del primer número de la revista, en 1979.
El Víbora. Comix contracultural permite descubrir el valor artístico de los autores que publicaron en ella sus trabajos, como Nazario, Roger, Isa Feu, Marta Guerrero, Laura Pérez Vernetti, Mariscal, Gallardo, Pons, Martí, Carratalá, Montesol, Ceseepe, Max, Calonge, Jaime Martín y Pamies, entre muchos otros.

La revista El Víbora (1979-2004) encarnó a la perfección el sincretismo cultural que se vivió en Barce- lona al inicio de la democracia. Sus páginas acogieron a una parte de los autores que habían iniciado la cultura underground en los años setenta, un fenómeno cultural y artístico especialmente vinculado a la ciudad.

A través de revistas, documentos y dibujos originales de comic y otras obras, la exposición introduce el comix underground en el contexto internacional y barcelonés, que fue el sustrato en el que nació la re- vista. Se exponen cerca de 100 de sus portadas impresas, unas 30 publicaciones y 35 obras originales, como los dibujos de Max e Isa Feu para el histórico número especial sobre el golpe de Estado de 1981 o el original de Nazario para la cubierta del número 1 de la revista.

El Cómic en el Museu Nacional

Esta muestra forma parte de la estrategia del museo que trabaja para incorporar el cómic a sus colec- ciones y hacer visibles las relaciones que se pueden establecer entre todas las artes.

El Víbora, Comix contracultural supone un paso más en esta línea de trabajo y la continuidad de algu- nas muestras realizadas anteriormente, como la muestra de originales de Santiago García y Javier Oliva- res, Premio Nacional de Cómic 2015, De viñeta en viñeta y Ego Sum Lux Comic, con la escuela Joso, o la dedicada a Las nuevas aventuras de Corto Maltés, al mismo tiempo que refuerza la alianza del museo con el Salón del Cómic y el trabajo conjunto de difusión y patrimonialización de esta expresión artística.

El Museu Nacional ha impulsado también la publicación del primer ensayo en cómic sobre un museo, Gótico, una obra de Jorge Carrión y de Sagar dedicada a las colecciones medievales, que se publicó en 2018 y tendrá una continuidad hasta completar las diferentes colecciones.

La incorporación del cómic a los relatos y proyectos del museo, como un lenguaje visual más y expre- sión de la cultura popular, permite reflejar determinados contextos histórico-artísticos y conectarlos con nuestro presente. El proyecto se inscribe también en el marco de trabajo que el museo desarrolla para alargar su colección y su ámbito de actuación hasta el arte de posguerra y segunda vanguardia.

En este marco, el museo ha incorporado recientemente gracias a una donación una obra de gran for- mato (280 cm x 2400 cm) y valor histórico-artístico. Se trata del cómic Amor en Vallvidrera realizado el año 1980 de manera colectiva por un número significativo de artistas vinculados a El Víbora.

Con motivo del 13o cumpleaños de la escuela de diseño EINA, en 1980 se realizó un “comic en vivo” en la vanguardista Galería 13 de Barcelona. Se reunieron una serie de autores de entre los principales pro- tagonistas del underground, algunos de los cuales ya trabajaban para El Víbora. El espíritu de la revista, cargado de lo que hoy se denomina “incorrección política”, recorre esta obra colectiva y performática donde se critica la sociedad de la época, desde los sectores conservadores hasta el progresismo. La obra también ofrece testimonio de los vínculos entre los autores del undergound barcelonés y algunos de los impulsores de la movida madrileña.

Después de todos estos años fuera de la vista del público, Un amor en Vallvidrera ha ingresado en las colecciones del Museu Nacional y está actualmente en proceso de restauración para su próxima exposición.

40 Aniversario

El primer número de la revista barcelonesa El Víbora apareció en los quioscos en diciembre de 1979. El subtítulo, “comix para supervivientes”, dejaba claro su contenido. El comix era la historieta contracultu- ral y alternativa, generada en los Estados Unidos en la década de los años sesenta. Fue un fenómeno social y cultural que rompía moldes con el cómic comercial, historias libres de censura que hablaban de temas cotidianos (de drogas y sexo, sí, pero también del día a día) o metafísicos, con la sátira como bandera, con grafismos muy personalizados y de distribución restringida.

El origen de El Víbora estaba en el comix underground (es decir clandestino y provocador) que floreció en Barcelona en los años setenta, en la estela del cómic contracultural estadounidense. Entre 1973 y 1978 fueron muchos los jóvenes creadores que quisieron sumergirse en esa historieta liberadora, concentrándose en la parodia subversiva y en la sátira costumbrista. La contracultura había forjado una nueva forma de hacer cultura.

El Víbora fue una redención que culminó el movimiento undergorund y, a la vez, lo cerró convirtiéndolo en un fenómeno de masas. Fue también la evidencia de que España estaba cambiando y quería abrir de par en par las puertas a una sociedad libre. El mercado de las revistas de cómics acababa de iniciar su andadura y El Víbora vino a llenar un hueco. Una revista de autores inquietos que hablaban de lo que veían en la calle. Y la calle les respondió positivamente.

El Víbora fue posible gracias a la financiación y al apoyo logístico que el editor catalán Josep Toutain le ofreció a Josep Maria Berenguer, que se convertiría en el editor de la nueva cabecera, fundando Ediciones La Cúpula. En esta revista colaboraron creadores de lenguajes muy personales y diversos, como Calonge, Carratalá, Carulla, Ceesepe, Das Pastoras, Mauro Entrialgo, Isa Feu, Gallardo, Laura, Mariscal, Marta, Martí, Jaime Martín, Miguel Ángel Martín, Max, Mediavilla, Montesol, Nazario, Pamies, Pons o Roger, entre muchos otros.

A principios de los noventa la sociedad había cambiado y la revista aparcó progresivamente su ver- tiente más underground para asumir contenidos más próximos a la nueva historieta alternativa. Con todo, se mantuvieron algunos de sus habituales colaboradores y aparecieron nuevas figuras, como las de Álvarez Rabo, Boldú, María Colino, Diego, Galiano, Ana Juan, Pilar, Javi Rodríguez, Tomeu Seguí o Sequeiros. Por otro lado, El Víbora también publicó una selección del mejor cómic internacional, con fir- mas como las de Robert Crumb, los hermanos Hernández, Peter Bagge, Daniel Clowes, Pétillon, Tardi, Swarte, Muñoz y Sampayo, Jamie Hewlett, Yoshiriho Tatsumi o Jiro Taniguchi.
 
El Víbora sobrevivió 300 números hasta diciembre de 2004. El comix undeground

El comix undeground surge en Estados Unidos como respuesta a las convulsiones sociales del momento y a una industria dominada por el género de los superhéroes y destinada a los adolescentes. Forma parte de la contracultura definida por Theodore Roszak en 1968 y encuentra sus primeras formas de expresión en revistas universitarias y autoediciones de los autores.

Es la respuesta de una joven generación de historietistas que con sus grafismos rompedores quiere contar sus propias historias sin cortapisas ni censuras. Reflejaban críticamente a la sociedad, con referencias al consumo de drogas, rechazo a los tabúes sexuales, denuncias ecológicas o reivindicaciones feministas. El Comix define una nueva forma de entender la historieta; underground evidencia su distribución clandestina, ya que estas publicaciones no pasaban por el filtro censor del Comics Code implantado por la industria.

En 1973 se publicó en Barcelona el primer comix underground español, El Rrollo Enmascarado. La ini- ciativa tuvo su continuidad en diversos tebeos, muchos de ellos agrupados bajo el sello de Los Tebeos del Rrollo y publicados entre 1974 y 1976. Rápidamente fue conformándose un grupo fijo de autores en Barcelona, con la presencia básica de: Guillem Cifré, Farry (Miquel Farriol), Isa, Laura, Mariscal, Martí, Max, Mediavilla, Montesol, Nazario, Onliyú, Pamies, Pepichek (Josep Farriol), Roger, Rubiales o Vallés, a los que pronto se unirían Gallardo, Mediavilla y Pons.

A estos nombres se incorporó el de Jaume Fargas, que por medio de la editorial holandesa Real Free Press importaba comix underground norteamerica- nos a España, y que en 1974 fundó la librería Zap 275 en Barcelona. La impronta barcelonesa no tardó en obtener su respuesta en el resto de España, siendo uno de los generadores de la movida madrileña.

Poder y subversión

Las historietas de El Víbora lucharon a su manera contra el orden y el poder establecido, ya sea polí- tico, económico o cultural. Renovaron el panorama del cómic en España y devolvieron este medio de comunicación a una de sus infinitas propuestas: la de reflejar críticamente la sociedad. Muchos de sus personajes son libertarios, travestis, gais, drogadictos, radicales o ecologistas, representan, en esencia, al marginado social de la época.

Eros y feminismo

El Víbora aportó una visión del sexo libre y desinhibida, que rompía con las frustraciones de antaño; un sexo ligado a lo cotidiano con toques, en ocasiones, de serie negra. También tuvo un tratamiento muy lúdico (y lúbrico), incluso paródico, siempre transgresor. Y aunque de forma minoritaria, aparecieron reivindicaciones feministas, realizadas básicamente por las autoras.

Vida urbana

Las historietas de El Víbora son eminentemente urbanas, tienen a la ciudad como escenario principal, con especial énfasis en las callejuelas de los bajos fondos, como los del barrio chino barcelonés. La mayoría de sus autores era gente de la calle, personas de orígenes sociales muy distintos que, entre otras cosas, tenían en común el haber sabido interpretar el pulso de las grandes urbes. A veces, con un claro tono crítico, en otras ocasiones más concentrado en la parte lúdica o como reflejo de la nueva vanguardia posmoderna.
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Comisarios
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Antoni Guiral con la colaboración de Àlex Mitrani, conservador del Museu Nacional
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Fechas
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Del 20 de junio al 29 de septiembre de 2019
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Organización y producción
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FICOMIC y Museu Nacional d’Art de Catalunya
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Lugar
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Sala de exposiciones Temporales 2. Palau Nacional, Parc de Montjuïc, s/n, 08038 Barcelona. España
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Publicado en: 22 de Junio de 2019
Cita: "El Víbora. A los 40 años del primer número de comix contracultural " METALOCUS. Accedido el
<http://www.metalocus.es/es/noticias/el-vibora-a-los-40-anos-del-primer-numero-de-comix-contracultural> ISSN 1139-6415
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