MVRDV quería hacer una representación de los edificios originales y encontró una solución a través del uso extensivo del vidrio. La fachada casi enteramente realizada en cristal imita el diseño original, desde las capas de ladrillo hasta los detalles de las ventanas, pero se estrecha verticalmente para cumplir con las nuevas alineaciones y para ampliar el espacio interior. Los ladrillos de vidrio se extienden por la fachada de las Crystal Houses, para disolverse finalmente en una fachada de terracota tradicional para los apartamentos (como estipulan las leyes de estética de la ciudad), que parecen flotar sobre el suelo de la tienda.
Después de concebir la idea inicial MVRDV trabajó en estrecha colaboración con una serie de socios para desarrollar las tecnologías para hacerlo posible. Los ladrillos de cristal sólidos fueron hechos a mano de manera individual por Poesia en Resana, cerca de Venecia. La investigación realizada por la Universidad de Tecnología de Delft, en colaboración con la empresa de ingeniería ABT y el contratista Wessels Zeist, condujo al desarrollo de soluciones estructurales y técnicas de fabricación, con el uso de un adhesivo transparente de alta resistencia, unido con lámparas UV, de Delo Industrial Adhesives en Alemania para unir los ladrillos sin la necesidad de un mortero más tradicional.
De seis a diez expertos trabajaron todos los días durante todo un año en un lugar más parecido a un laboratorio que a una obra de construcción. Debido a la sensibilidad de los materiales, se requiere un nivel extremadamente alto de precisión y artesanía por lo que un equipo de desarrollo técnico estuvo en el lugar durante todo el proceso. Dado que esta construcción es la primera de este tipo, tuvieron que usarse nuevos métodos y nuevas herramientas de construcción: desde láseres de alta tecnología y lámparas UV de laboratorio, hasta leche entera holandesa, que, con su escasa transparencia, demostró ser un líquido ideal para funcionar como una superficie reflectante para el nivelado de la primera capa de ladrillos.
A pesar de su aspecto delicado, ensayos de resistencia por parte del equipo de la Universidad de Tecnología de Delft demostraron que el vidrio de la construcción era en muchos sentidos más fuerte que el hormigón. El arquitrabe de cristal, por ejemplo, podría soportar una fuerza de hasta 42.000 Newton: el equivalente a dos camionetas de tamaño completo.
El desarrollo de nuevos métodos de construcción ha desenterrado futuras posibilidades para la construcción tales como la reducción de residuos. En esencia, todos los componentes de vidrio son completamente reciclables. Los materiales de desecho del proyecto, tales como ladrillos imperfectos, podían ser (y fueron) simplemente fundidos, re-moldeados o totalmente reutilizados. Esto también podría aplicarse a toda la fachada, una vez que la construcción alcance el final de su vida útil, toda la fachada podrá ser fundido y tener una nueva vida. Las únicas excepciones a esta regla son añadidos que garantizan la seguridad del edificio, como un zócalo de seguridad en hormigón, escondido en una mezcla de materiales reflectantes y translúcidos y construido para soportar la fuerza de un automóvil chocando contra el edificio. Se desarrollaron protocolos de reparación en el caso de en el futuro haya daños, lo que permite la sustitución de ladrillos individuales.
Con una fachada hecha principalmente de vidrio era importante asegurar que la energía se suministrase a través de fuentes renovables. Por este motivo, el edificio fue diseñado en torno a una bomba de calor geotérmica, con tuberías que llegan hasta los 170 metros de profundidad, lo que permite un clima interior óptimo durante todo el año.