La renovación, restauración y nueva construcción del Museo Nacional los últimos catorce años, es un proyecto conjunto del Rijksmuseum, la Agencia gubernamental edificios (Rijksgebouwendienst) y el Ministerio de Educación (ministerie van OCW). Bajo el lema "Continuar con Cuypers" el proyecto quería recuperar el eslendor, los detalles perdidos y decoraciones del concepto original de su autor Cuypers, además el edificio tenía que cumplir con las exigencias del siglo XXI (la climatización, la seguridad, las instalaciones ) para adecuarlo a los millones de visitantes que lo visitan.
La actitud de diseño de Cruz y Ortiz asume que toda la actualización está destinada a centrarse en "una intervención fundamental" que sea capaz de proporcionar a todos los otros problemas de diseño y complicaciones espaciales internas soluciones sostenibles. En este caso, la intervención consistió en el acoplamiento espacial de los patios a través de la zona excavada por debajo del pasaje existente, y situar la entrada que cuenta con nuevo patio. Una de las consecuencias fue el vaciado de las cimentaciones para conseguir espacio en una planta inferior. Criterio que por la misma razón permite albergar la colección de arte asiático un nuevo pabellón en el lateral del jardín elevado. La construcción de las nuevas piezas se ha realizado con materiales radicalmente diferentes que han pertido la identificación de las nuevas propuestas de los arquitectos respetando los espacios existentes.
Cruz y Ortiz han declarado: "Estamos muy agradecidos por este reconocimiento y por la iniciativa incluida en el legado de Abe Bonnema (2001). El jurado lo considera como un gran mérito que Cruz y Ortiz hayan logrado sobrevivir como capitanes de este barco tempestuoso durante los últimos 12 años. Los criterios más importantes para el jurado son su relación minuciosa entre el diseño y la ejecución, el cuidado por los detalles y el control de la artesanía: todos los aspectos que eran queridos por Abe Bonnema."