El oro fue descubierto en 1859 por William S Bodey y en su mejor momento, la ciudad llego a tener una población de 10.000 habitantes durante la década de 1880. Bodie contenía todos los estereotipos del folklore del lejano oeste, pistoleros, salones, salas de juego, mineros y prostitutas, un lugar áspero hasta la médula. Pero el éxito de la ciudad no duró y su esplendor desapareció antes de la Primera Guerra Mundial y quedando finalmente fuera de combate durante la Segunda Guerra Mundial una vez que todas las operaciones mineras fueron suspendidas debido a la guerra. Fue abandonada con muchas de las estructuras que contenían las pertenencias de los habitantes pues las distancias no permitían sobrepesos para retornar a la civilización, mucha gente simplemente decidió dejar atrás sus pertenencias para evitar cargos de gran tamaño lo que facilitó que se dieran las condiciones para el nacimiento del pueblo fantasma.
Hoy, después de dos incendios, todavía alrededor de 100 estructuras permanecen, (el 5% de la población original) algunas de los cuales están llenas de muebles, cubiertas y enmarañadas con capas y capas de polvo y telarañas. Algunos edificios están aparentemente al margen de tiempo-cápsulas de una vida truncada que una vez reflejo la de los mineros y otros habitantes de la ciudad. Juguetes de niño sentados junto a la ventana, un martillo de bola en el suelo, los engranajes esparcidos en un taller mecánico, y perchas oxidadas colgando en un armario.
Caminando por las instalaciones, en particular por el cementerio, me invadió una sensación de aprensión y a la vez del reconocimiento del paso suave pero incesante del tiempo. Las vidas una vez importantes enterradas bajo una lápida de madera se han casi olvidado y ahora esas personas anónimas que fueron queridas o seres queridos como hermanos, padres, hermanas, madres, casi han desparecido a menos que mires al suelo desigual en un cierto ángulo con la luz adecuada.
Pasamos una semana realizando tomas accediendo a algunos de los interiores de los edificios, y realizando también tomas nocturnas. Debido a que está situada en Sierra Nevada y tiene una geografía única y de gran altitud, el clima era muy extremo y podía cambiar en cuestión de minutos, la mayoría de las noches eran muy frías y la temperatura a menudo era muy baja y se mezclada con nieve, viento y lluvia.
Bodie se mantiene en un estado de "decadencia detenida" y se cuelga (a veces literalmente) en una especie de limbo desolado, como la madera seca, clavos oxidados y albañilería erosionada, que poco a poco caen en las arenas del tiempo.
Dirección y cinematrografía por Colin Rich: (facebook.com/colinrich1)
Ayuda de cámara: Mark Bernal (facebook.com/mark.s.bernal?fref=ts)
Música por Johnny Cash 'Wayfaring Stranger' off American III: Solitary Man.
