El pasado 5 de julio se inauguró la exposición Boltanski. Départ-Arrivée., comisariada por José Miguel G. Cortés, director del Intitut Valencià d’Art Modern [IVAM] y el propio Boltanski, galardonado con el XIV Premio Internacional Julio González. Dos de las piezas de la exposición, La traversée de la vie (2015) y Départ – Arrivée (2015), que da nombre a la misma, se exhiben por primera vez en nuestro país. La obra de Boltanski, presente en las colecciones de los museos más importantes del mundo, se centra en cuestiones como el paso del tiempo, la memoria, la fragilidad del ser humano o la muerte.
“Cuanta más edad tenemos, mayor es la impresión de caminar sobre un campo de minas. Los amigos saltan por los aires a nuestro alrededor y mañana, quizá, sea nuestro turno”.
Esta frase de Christian Boltanski (Paris, 1944) remite con claridad los grandes temas que transitan por sus obras e instalaciones y que marcan toda su trayectoria artística. La memoria, la pérdida y la muerte son conceptos principales, casi obsesiones, en la obra de Boltanski. Así como sus reversos en el olvido, la desmemoria, el azar y el rastro apenas inexistente que deja cualquier vida tras desaparecer. Aquello que en otras etapas de su trayectoria evocaba la desaparición de la infancia, el deceso de sus padres o la muerte colectiva, se centra ahora en su propio fin.
Todos estos aspectos quedan reflejados y analizados en la exposición Christian Boltanski, realizada con motivo de la concesión del Premio Internacional Julio González 2014, que cuenta con 7 grandes instalaciones distribuidas por la galería 1 del IVAM.
Cuando vemos una obra de Christian Boltanski no podemos evitar “reaccionar”, pues la experiencia común de la pérdida de un familiar o de una persona querida genera un hueco en nuestras vidas que en ocasiones es sustituido atropelladamente y de forma incompleta al encontramos, por ejemplo, una vieja foto que estaba totalmente olvidada. Ese valor de las imágenes impregna el trabajo artístico de este autor, convirtiéndose en un motor que hace emerger sensaciones ocultas o semi-olvidadas. En este sentido, el artista francés ha expresado de varias maneras su interés por la memoria individualizada, los pequeños ejemplos que provocan una reacción en lo colectivo: “Me interesan las pequeñas historias de los individuos que no son célebres” y, en otra ocasión: “Debemos hablar de manera suficientemente general para que cada uno pueda reencontrar algo de su propio pasado, de su propia cultura, de sus propios deseos”.
La muestra se completa con una publicación gratuita realizada a modo de periódico; un medio que, material y conceptualmente, hace referencia a la periodicidad, el paso del tiempo y el deterioro físico.