300.000Km/s se centran en estas actividades ligadas al reparto de mercancías, debido a que modifican la relevancia de tener un establecimiento en planta baja y generan una nueva serie de espacios que sí hay que alojar en la ciudad destinados a la producción, la manipulación, el almacenamiento o el reparto de las mercancías.
Los nuevos modelos híbridos entre el plano físico y el digital tienen que tener en cuenta los espacios de trabajo y producción de alimentos, teniendo en cuenta las molestias ambientales y el impacto en el espacio público generados por recorridos de los repartidores, la acumulación de vehículos y repartidores en un mismo tramo de calle.
Diagrama. Plan especial de usos vinculados al reparto a domicilio por 300.000Km/s.
Diagrama. Plan especial de usos vinculados al reparto a domicilio por 300.000Km/s.
Descripción del proyecto por 300.000Km/s
El presente plan parte de la necesidad de regular una serie de actividades surgidas a raíz de la digitalización de los hábitos de consumo a través del comercio electrónico, que han modificado las formas de abastecimiento al generar una nueva movilidad asociada al intercambio final del servicio y la mercancía y, como consecuencia, han introducido nuevos impactos en los tejidos urbanos de forma acelerada.
Estas actividades ligadas al reparto de mercancías modifican la relevancia de tener un establecimiento en planta baja y generan una nueva serie de espacios que sí hay que alojar en la ciudad destinados a la producción, la manipulación, el almacenamiento o el reparto de las mercancías.
Diagrama. Plan especial de usos vinculados al reparto a domicilio por 300.000Km/s.
Se han generado modelos híbridos entre el plano físico y el digital que conviven con fórmulas ya establecidas como los espacios de preparación de platos preparados, las empresas de catering o bien las cocinas industriales centrales de cadenas de restaurantes con otras actividades fruto de la economía de plataformas (como las cocinas o los supermercados fantasma).
En los diversos casos, estas tipologías de establecimientos llevan asociadas molestias ambientales (humos, olores y/o ruido producidos por la elaboración intensiva de comida en grandes cantidades) e impactos en el espacio público generados por el trasiego de la carga y descarga de mercancías o la acumulación de vehículos y repartidores en un mismo tramo de calle.