La relación entre lo antiguo y contemporáneo se resuelve desde el concepto de "ausencia material". Utilizando "juntas vacías" entre los dos cuerpos temporales del edificio. Por un lado, éstas ranuras donde se ubican las instalaciones eléctricas y de acondicionamiento; y relación con la cubierta para recibir luz cenital indirecta.
Entre la madera utilizada para los elementos fijos del edificio, como si de bandas programáticas se tratase, y las barandillas resueltas con unas finas cuerdas. La intervención actúa sobre los mínimos, pero logrando el mayor impacto espacial posible, sobre el nuevo espacio de trabajo, trabajar sobre lo antiguo.
Descripción del proyecto por Nordest Arquitectura
El edificio del nuevo estudio de Nordest Arquitectura está situado en un antiguo granero de Palau-Sator, un pueblo medieval de Gerona (Catalunya). Su localización es excepcional y se caracteriza por ser el telón de fondo de la Plaza de la Font, una plaza situada frente a las antiguas murallas, y que recibe su nombre de la fuente del pozo que en ella se encuentra, un pozo protegido por una cubierta en forma de cúpula. A pesar de la dificultad por determinar el año de construcción del granero donde se ubica el nuevo estudio, la primera fecha que encontramos es del 1838.
Hasta el 2016, su uso ha estado vinculado a la agricultura y la ganadería, como almacén para el grano y paja, y también para animales. Luego se inició una rehabilitación integral que pretendía un cambio de uso para reconvertirlo en apartamento turístico. Durante los trabajos de esta obra, totalmente desconocidos por nuestra parte, nos surge la necesidad de cambiar de estudio, debido a que el incremento de trabajo y de equipo nos lo requería. Quizás fue por el boca oreja y por casualidad, ya que en los pequeños pueblos todo acaba por saberse, pero fue después de un tiempo de empezar a buscar un nuevo lugar, cuando el propietario del edificio nos ofreció la posibilidad de instalarnos en él.
Nos encontramos el edificio original modificado por el inicio de las obras del apartamento. Las fachadas estaban modificadas parcialmente con nuevas ventanas y el interior se dividió en dos niveles mediante un nuevo forjado. La cubierta también estaba reformada por completo. Ninguna de les intervenciones efectuadas mantenía o respetaba el carácter original y la historia de la edificación.
Nuestro proyecto propone todo lo contrario. Intentamos respetar todas las partes del edificio original, mostrándolas y potenciándolas al máximo, y aceptamos las partes modificadas durante la vida del edificio, aprovechamos las que nos sirven y eliminamos las que realmente no tendrán ningún tipo de utilidad para el nuevo uso.
La materialización de la reforma dialoga con los materiales originales mediante el contraste y la superposición de estos con los nuevos materiales que componen los diferentes espacios que forman el programa de necesidades el nuevo estudio.
La organización de los espacios y su distribución, respetan la lógica de la estructura existente y la adaptan a los nuevos requisitos funcionales. En la planta baja se desarrollan los espacios de carácter más público, la recepción, sala de reuniones y servicios.
La distribución se resuelve mediante tres piezas cerradas y una semiabierta dispuestas en las esquinas, liberando un espacio en forma de cruz para las circulaciones y espacios de uso polivalente. A la vez, este espacio central de circulación se relaciona con la plaza mediante el ventanal de la entrada, de modo que el interior se convierte en una continuación del espacio público exterior. La planta primera se utiliza como espacio de trabajo. Un espacio diáfano sin división alguna, donde el protagonista es la gran mesa de trabajo, donde todo el equipo trabaja en paralelo. Este espacio se organiza a partir del mobiliario, diseñado y echo a medida para este proyecto, el cual define las características organizativas de la planta.
La intervención se resuelve con pocos materiales más allá de los ya existentes. Dejar la pierda original donde puede quedar vista, enyesados y pintados en las partes de muros y techos que no mostraban la piedra original, hormigón continuo en pavimentos con sus juntas de dilatación que a la vez resaltan el pilar preexistente mediante su composición, ligeras divisiones de madera de abeto que pretenden contrastar con su ligereza el peso de los muros de piedra. Todo el mobiliario, mesas y estanterías, se resuelve utilizando el mismo material y sistema que las divisiones de la planta baja. La escalera, que formaba parte de los elementos ya existentes, la reutilizamos y la revestimos con ladrillo cerámico, material también presente dentro del edificio. Su barandilla se resuelve simplemente con cuerdas.
Todas la partes funcionales y de servicios (cocina, almacén, armarios de ropa,…) se sitúan dentro de las cajas de madera da la planta baja, de modo que se integran dentro del espesor que generan las divisiones entre los espacios abiertos y los cerrados. La puerta de entrada principal también se resuelve mediante el uso de madera, en el interior con el mismo acabado de abeto, por el exterior, la madera se quema para darle una pátina que la integra en el carácter del entorno y a la vez la protege.
El proyecto ha solucionado todas las interacciones entre materiales, entre lo antiguo y lo nuevo, mediante juntas. Juntas materializadas por el vacío, por la ausencia de material. Es de este modo como pretendemos potenciar la presencia i carácter original del edificio, ya que los nuevos materiales sencillamente se superponen sin tocar los ya existentes.
La iluminación y el aire acondicionada se integran situándolos dentro de estas juntas, aprovechamos la interacción entre la parte suprior de los volúmenes de madera y el techo para ubicarlos, de manera que resiguen estas cajas generando una luz indirecta tangente al techo.