
Para la nueva Sede de Energía de Portugal, el equipo de ELEMENTAL se inclinó por una serie de decisiones que facilitaran que quien se encuentre en la plaza pública central sintiera efectivamente el derecho que tiene a usarla. En ese sentido, la ubicación de los acceso al edificio y al sector de aparcamiento se pensó estratégicamente para no interferir con el espacio abierto de calidad que dinamiza el carácter cívico del barrio.
Sostenibilidad, carácter y funcionalismo humanista son propósitos a los que aspira el edificio. Propiciando un entorno adecuado para el trabajo, la propuesta tiene en consideración el rendimiento energético eficiente, sin pasar por alto la imagen y el carácter apropiado para una nueva sede de oficinas que aloje a una de los principales grupos eléctricos de Europa, y el mayor de Portugal.

Sede de Energía de Portugal por ELEMENTAL. Fotografía por Francisco Nogueira.
Descripción del proyecto por ELEMENTAL
Este proyecto debía resolver una especie de paradoja: dos fuerzas que actuaban en direcciones opuestas: por un lado, debía cumplir con un Plan Director que exigía la continuidad del espacio público desde las colinas hasta el río (dirección norte-sur), lo que resultaba en la división de la masa del edificio en dos volúmenes lineales. Por otro lado, el edificio debía funcionar como una sola entidad; por lo tanto, los dos volúmenes lineales debían conectarse en dirección este-oeste, lo que ponía en peligro la continuidad norte-sur del espacio público. Así pues, para responder a ambas fuerzas simultáneamente, plegamos el terreno del espacio público con una ligera pendiente que respetaba la continuidad colina-río y, posteriormente, conectamos los dos volúmenes lineales bajo el punto más alto del terreno plegado.
Esta pendiente artificial ofrecía la oportunidad de resolver otro problema del terreno: al estar en la segunda fila de la trama urbana de Lisboa, la continuidad visual hacia el río era más teórica que real. El edificio de EDP al otro lado de la calle, si bien como conjunto general cumplía la continuidad norte-sur, a nivel peatonal impedía la percepción del río. Colocamos una pieza que descansaba sobre la pendiente, en voladizo hacia el río, ganando altura suficiente para inclinarse sobre el edificio adyacente y lograr una vista despejada del Tajo. Así, la plaza central del complejo es exclusivamente pública.

Se decidió deliberadamente no ubicar el acceso al edificio en esta plaza para que el ciudadano no sintiera que una empresa le está haciendo un favor al usar un espacio de calidad. Quien se encuentre en la plaza debe sentir que tiene derecho a usarla. En consecuencia, el acceso al edificio se encuentra en la fachada sur, participando en la plaza sin dominarla. También ubicamos el acceso al aparcamiento público en el extremo norte del edificio para que pudiera servir al núcleo de la manzana. La ubicación de una cafetería en la planta baja, que puede dinamizar el espacio público con un servicio, también pretende contribuir al carácter cívico del barrio.
Sostenibilidad y Carácter
Queríamos integrar las operaciones arquitectónicas necesarias para un rendimiento energético eficiente con aquellas capaces de definir el carácter adecuado del edificio. Por ejemplo, la plaza pública en el centro del terreno se trató como un monolito tallado para garantizar suficiente masa térmica. Al mismo tiempo, aprovechamos la masa para lograr una monumentalidad cívica del complejo, eliminando la noción de planta. En cambio, en las fachadas periféricas, buscamos lograr un cierto carácter doméstico para el lugar de trabajo, por lo que no solo expresamos la escala de cada planta, sino que optamos por una retícula bastante profunda de elementos lineales capaces de funcionar como brise-soleil con vidrios empotrados para evitar la radiación solar directa y, en consecuencia, el efecto invernadero.
En el interior del edificio, implementamos otra operación para integrar la sostenibilidad y el carácter. Desarrollamos una serie de "escaleras acogedoras", es decir, elementos fáciles de usar, de modo que evitar el uso de ascensores sea una alternativa real y no teórica. Tendemos a pensar que la energía es algo que se produce "en algún lugar" y que debe ahorrarse o provenir de una fuente renovable. Pero nosotros mismos tenemos energía. Una escalera utiliza energía humana. Cada vez que preferimos caminar en lugar de tomar el ascensor, ahorramos energía y el diseño puede contribuir a ello.

Funcionalismo Humanista
El propósito fundamental del edificio es proporcionar un entorno adecuado para el trabajo. Pasamos la mayor parte del día en el espacio de trabajo, así que si hay un lugar donde la calidad de vida puede mejorarse (a veces incluso más que en casa), ese es el lugar de trabajo. Propusimos verificar las cuatro formas de trabajo en el edificio: una matriz de doble entrada con uso individual y colectivo en una columna y usos formales e informales en una fila.
En otras palabras, desde el trabajo individual convencional en un escritorio hasta las salas de reuniones, desde los salones hasta los espacios de ocio dentro del edificio. Todos ellos se ubicaron con acceso democrático, a no más de una planta de distancia de cada punto de la planta. La inclusión de un gimnasio en la azotea y una cafetería en la planta baja busca implementar esta noción más humanista (y no meramente funcional) para la oficina del futuro.