La experiencia de mirar el edificio nunca es la misma. La perspectiva estará aquí durante décadas y miles de personas la visitarán, pero todos tendrán una sensación diferente de transitoriedad.
Descripción del proyecto por Mjölk architekti
El proyecto de edificios en el paisaje es una disciplina arquitectónica separada. Estos están construidos contra un telón de fondo de densos bosques, niebla, nubes y colinas. Se trabaja con escalas de hormigueros, así como con paisajes enteros, y el único contexto real y perdurable es el cielo estrellado.
El Mirador Spike es parte de una serie de cinco miradores que hemos completado en los últimos diez años. Esto concluye una década de nuestra exploración de la construcción al aire libre, uno de los campos de interés de nuestro estudio. La diversidad de los conceptos individuales se deriva de los diferentes enfoques de cada sitio, haciendo de la serie un escaparate de formas arquitectónicas, siempre basado en un análisis cuidadoso del sitio y la lógica detrás de cada diseño.
El mirador se encuentra en la cima de la roca de Malý Špičák y mira hacia el valle de la confluencia de los ríos Desná y Kamenice. La pista de bobsleigh de Tanvald solía comenzar aquí, un punto importante de la actividad deportiva en su propio tiempo. Los restos de la pista de trineo en la ladera de Malý Špičák indican su ruta anterior. En cierto modo, Špička también sirve como tributo a los héroes regionales con monos ajustados, que montaron sin miedo sus trineos brillantes en curvas pronunciadas en un deseo de reducir cada segundo de su tiempo.
El objetivo del diseño era crear una arquitectura pequeña pero distintiva. Un edificio tan delicado y esquivo como una gota de rocío que apenas roza la roca. El mirador tiene tres delgadas patas de acero y un vientre brillante que refleja granito, árboles, personas y cielo. La plataforma de observación, accesible por una escalera, ofrece una vista de Tanvald y las montañas circundantes. La imagen reflejada en la superficie curva de abajo está distorsionada, los colores y los reflejos se retuercen y se mezclan. La experiencia de mirar el edificio nunca es la misma. Las imágenes del momento fluyen a través de los ojos del visitante como ríos de fugacidad sin fin.