El resultado se caracteriza por la privacidad adquirida, recurriendo a la tipología de la casa patio. El patio es empleado como espacio de encuentro, centro de gravedad de la vida familiar al aire libre y nexo visual de la cocina-comedor, sala de estar y dormitorios.
Descripción del proyecto por Junquera Arquitectos
Fruto de una reflexión sobre la vivienda adosada, tipología desarrollada repetitivamente hasta la saciedad, ha surgido la oportunidad de construir, con pocos recursos, un conjunto residencial como alternativa, que manteniendo las condiciones de la vivienda unifamiliar de alta densidad consiga el valor más ansiado de la vivienda individual, LA PRIVACIDAD, recurriendo a la tipología milenaria de la “CASA PATIO”.
El Patio, lugar de encuentro familiar, centro de gravedad de la vida familiar al aire libre y nexo visual de los tres espacios, Cocina-Comedor, Estar y Dormitorios.
El patio se defiende de las viviendas colindantes arropado por muros ciegos que garantizan totalmente la intimidad de la familia.
Al patio se abren grandes ventanales enfrentados, el de la zona de estar y el de la cocina-comedor se funden en un espacio visual unitario de secuencias de compresión, descompresión, de luz y sombra.
Un muro perforado de ranuras verticales aporta iluminación natural al pasillo y al mismo tiempo independiza visualmente el transito interno de la casa de la actividad del Patio, presidida por el sosiego.
En el muro medianero, totalmente ciego, la vivienda se retranquea ligeramente, rompiendo la condición de patio cerrado en sí mismo y comunicándolo con el jardín trasero al que también se asoma el Estar.
Los dormitorios también cuentan con pequeños jardines independientes, sin interferencias de las otras funciones colectivas.
Estos condominios de alta densidad reclaman una estrategia de reparto del reducido espacio común resultante. Espacio común donde el protagonista debe ser el niño, que necesita jugar y relacionarse libremente con otros niños.
Para ello es necesario diseñar espacios de coexistencia en el que convivan los niños puntualmente con los coches y garantizar que los coches aparcados desaparezcan.
La topografía descendiente permite escalonar las parcelas generando un vial de coexistencia, de una sola dirección, un circuito ideal, para permitir que se convierta en el espacio de los niños, juegos, bicicletas y patinetes.
Arropado por glicinias sobre cables convirtiéndolo en un espacio de sombra en los meses de calor.
Desde este vial se accede a amplios garajes-trasteros situados bajo rasante aprovechando los bancales.
Desde el exterior se percibirá como un recinto amurallado mediante muros vegetales sobre los que emergerán los remates de las viviendas en los que se ha enfatizado las instalaciones de aerotermias tratadas como esculturas blancas y las ventilaciones en negro generando una composición atractiva.
Las cubiertas planas son percibidas desde algunas viviendas por lo que se las tratan como un paisaje mineral de diferentes colores de gravas.
Una edificación de mínimos, cuya formas y lenguaje surge exclusivamente de las tipologías elegidas y de los exiguos recursos disponibles.
Una cashba de viviendas patios asentada en dos bancales plena de perspectivas atractivas en la larga y corta distancia. Una volumetría blanca pegada al terreno con acentos amarillos generadora de variados espacios unos privados otros colectivos, unos para arropar el sueño otros para fusionar la vida familiar, unos cerrados otros abiertos. Recuperar la calle como espacio de los niños.
Un espacio en el que vivir pleno de matices variados y atractivos.