El elemento característico de estos pabellones será una cubierta performativa que se apoyará en el paisaje y actuará como símbolo del emplazamiento. Además de ser totalmente funcionales, la relación con su entorno pretende contribuir a la cultura y el paisaje de la ciudad.
Jardín y pabellón escénico por Michan Architecture + Parabase. Visualización por Jorge Yáñez Barranco (Contarq).
Jardín y pabellón escénico por Michan Architecture + Parabase. Visualización por Jorge Yáñez Barranco (Contarq).
Descripción del proyecto por Michan Architecture + Parabase
El proyecto para el Nuevo Jardín Escénico se genera a partir de los recursos propios del predio, respetando los árboles preexistentes y sin generar residuos. La estrategia es clara: en los espacios libres de árboles, se excava primero para posteriormente añadir la tierra en otro lugar, transformando el suelo en un paisaje de lomas y lagos de baja altura. Esta complejidad topográfica genera una serie de espacios públicos de escala íntima, que favorecen múltiples actividades al aire libre. A su vez, la misma topografía permite la necesaria protección acústica y visual en la zonas que así lo requieren. De este modo, el Jardín Escénico pretende atraer a la comunidad y actuar como un laboratorio cultural y natural en pleno centro de la ciudad.
La topografía del Jardín facilita así mismo la gestión de los recursos hídricos del predio, siendo posible su almacenamiento en las balsas generadas. Las pequeñas variaciones en altura del terreno producen de manera natural diversos escenarios que favorecen a la Biodiversidad en el Jardín Escénico.
El proyecto sigue dos estrategias principales para integrar su arquitectura en la naturaleza. Por un lado, el programa se fragmenta en tres Pabellones desdibujando los límites entre arquitectura y paisaje, entre interior y exterior. El programa auxiliar de los pabellones se sitúa en el interior de las lomas, garantizando la funcionalidad de los Pabellones a la vez que se disfruta de la naturaleza como telón de fondo. La segunda estrategia pasa por la definición de los Pabellones a través de un gesto mínimo: una cubierta performativa que se apoya en el paisaje y actúa como símbolo. Los tres Pabellones generan vida más allá de sus espacios, relacionándose con el Jardín Escénico, multiplicando sus posibilidades de uso, generando una programación inesperada y contribuyendo al discurso cívico y cultural de Ciudad de México.