Para solucionar estos problemas, se cambió la estructura original por una de acero y se construyó una cámara ventilada bajo el suelo de planta baja para mejorar las condiciones de humedades. En cuanto a las crujías, se articulan para dar centralidad al acceso mientras que la escalera organiza las circulaciones hasta el patio.
Casa Punamora por Taller Pontí. Fotografía por José Hevia.
Descripción del proyecto por Taller Pontí
Se trataba de una casa tradicional de pueblo, como tantas hay en la costa del Maresme. Una casa en hilera, con la fachada principal alineada a la calle, muros medianeros de tapial y piedra, y patio posterior. Pese a eso, la casa contaba con dos particularidades notables. En primer lugar, ésta incorporaba dos unidades tipológicas en la misma propiedad. Es decir: en lugar de contar con una sola crujía de entre 4 i 5 metros, como es habitual, contaba con dos crujías formando parte de la misma. En segundo lugar, la cota de rasante del patio posterior de la casa se encontraba unos 3 metros por encima de la cota de rasante del acceso principal. Ambas realidades, de gran potencial, resultaban paradójicamente limitadoras. En el caso primero porque la relación entre los dos cuerpos era muy pobre. En el caso segundo porque la casa, de poca altura, parecía ensotarse en el terreno, quedando del todo al margen del patio posterior. Tanto es así que la planta primera de la casa no comunicaba con el patio. Para salir al patio era necesario descender a la planta baja y subir de nuevo por una escalera exterior. Es importante destacar también el hecho que la casa se encuentra en pleno centro histórico donde las normas del planeamiento resultan extraordinariamente estrictas.
Por la abundancia de divisiones interiores y por su posición en relación con el terreno, la casa original era extraordinariamente húmeda. Humedad y oscuridad la convirtieron en un sitio idóneo para los xilófagos. Cuando se llevó a cabo la diagnosis estructural, se detecto una presencia muy relevante de termitas en activo. La totalidad de la estructura horizontal de la casa era definitivamente inservible. Para mejorar las condiciones de humedad, se construyó una cámara ventilada bajo el suelo de planta baja. Para prevenir el ataque de xilófagos, dado el altísimo grado de su presencia, se optó por el acero como material para la estructura horizontal.
Casa Punamora por Taller Pontí. Fotografía por José Hevia.
El proyecto trata de conjuntar las estancias de la casa. En la planta baja, el nuevo cancel articula las dos crujías, dando centralidad al acceso y acompañando el tránsito de la calle a la casa. En la planta superior, la escalera organiza las circulaciones hasta el patio. El techo de planta baja es muy presente. Como el suelo, está acabado con cerámica vista. El techo de la planta superior, por el contrario, tiene una presencia más bien etérea. A diferencia del suelo, está acabado en color blanco como los paramentos, blancos también.
Al final del recorrido, culminando el volumen de ampliación, la cocina abre al patio. También el nuevo balcón de planta semicircular.