Debido a la orientación suroeste de la fachada, se abrió un hueco en la esquina noreste de la cubierta que permite la entrada de luz a toda la casa y resalta la textura de los materiales. Tanto las aberturas como el mobiliario de la casa fueron diseñadas y construidas en el taller del estudio, lo que permitió realizar diferentes pruebas y adaptarlos al proyecto.
Casa Olivos por Carlos A. Jurado. Fotografía por Federico Cairoli.
Descripción del proyecto por Carlos A. Jurado
La vivienda se encuentra dentro del marco de una reforma en la que existía una sola planta en un terreno de 75m² en la cual se desarrollaba la vivienda que ocupaba 2/3 del terreno en su pisada. La disposición de la casa se relacionaba de forma directa con un árbol de 9 m de alto (ficus) en su fachada suroeste.
El proyecto planteó la construcción de una vivienda para una familia de tres integrantes. La casa se basa en la creación de una nueva planta para un programa más privado liberando la planta baja, integrando las dos plantas con una escalera que entes era exterior y que el proyecto integra en su totalidad. En ese entonces la casa daba cuenta de una relación con el patio externo que se manifestaba desde las texturas de los materiales, en particular el revoque tipo salpicre (revoque salpicado) que se restauró y quedó como huella de cómo se relacionaba la casa con las fachadas exteriores, este material dio pie a que la planta nueva generara una textura lisa creando así un diálogo con la huella existente, que se manifiesta en el recorrido interno y externo de la casa.
Su fachada principal con ubicación sur oeste, gestó la creación de una lucarna - claraboya en la esquina noreste que actualmente alimenta con luz toda la casa y juega resaltando la textura del antiguo material de terminación, esta lucarna coincide con la escalera principal de la casa la cual potencia el espacio de trabajo de la vivienda que balconea a esa misma escalera.
Casa Olivos por Carlos A. Jurado. Fotografía por Federico Cairoli.
Existía una voluntad expresa de darle prioridad a los espacios más sociales de la vivienda y enfatizar el vínculo interior – exterior, estableciendo entre estos relaciones directas, es por esto que la primera operación de la casa es liberar la planta baja en su totalidad y dejar una cocina que integre el living y a su vez esté conectada con el patio de acceso. Adicional a esto se planteó una nueva escalera exterior que diera continuidad a la escalera existente y pudiera crear un recorrido vertical que conectara con la terraza nueva la cual queda parcialmente protegida a modo de pérgola natural con la copa del árbol (ficus) del acceso principal.
Las aberturas de madera (cedro macizo estacionado) junto con el mobiliario de la casa (cedro, paraíso y guatambú) fueron diseñadas y construidas en su totalidad en el taller propio del estudio, esto permitió realizar diferentes pruebas y pensar el mobiliario directamente relacionado al proyecto para una mejora de la calidad espacial enriqueciendo el proceso de construcción de la obra.
La intención principal ha sido la de crear una sensación de resguardo en la que la que por medio de sus aberturas incluida la lucarna deja entrar la luz del sol generando sombras y texturas con la preexistencia, conformando así los ingredientes para los rituales del encuentro colectivo.