La estructura se resuelve con una armadura de acero que contiene un voladizo de 20 metros sobre el barranco para aprovechar el total del terreno. Esta armadura se apoya en tres muros de carga de hormigón que componen el sótano que se cimienta a base de pilas geotérmicas aprovechadas para generar energía eléctrica y poder climatizar la vivienda.
Las fachadas, protegidas y ventiladas, permiten tener un ambiente rodeado de luz y aire natural además de vistas hacia las cañadas. Todas estas estrategias, junto con la reforestación con plantas autóctonas, permiten que la casa sea capaz de producir toda la energía eléctrica que necesita además de reciclar y captar agua para su consumo.
Casa CH73 por LBR&A. Fotografía por Jaime Navarro.
Descripción del proyecto por LBR&A
La propuesta para Casa CH73 buscó transformar la normatividad del área en una oportunidad para crear una residencia única desde una visión sustentable. Un enfoque que rompió los paradigmas de construcción impuestos en la zona, con plataformas de concreto ajardinadas que drenan sus aguas pluviales al sistema municipal, mermando la infiltración de agua al subsuelo y arrasando con la flora y fauna originales del sitio.
Casa CH73 tiene una superficie total de 1,023 metros cuadrados. Su partido arquitectónico surge, por un lado, del apego a la normatividad, que exige respetar una distancia de 5 metros alrededor de todo el perímetro del terreno al colindar con una reserva federal al oriente. Por otro lado, la preexistencia de un muro de contención que deja la mitad de la propiedad 30 metros por debajo de la vialidad, nos llevó a conceptualizar la vivienda como una ficha diáfana en cantiléver, rodeada de interesantes visuales con una clara división del espacio servido con el espacio servidor.
Casa CH73 por LBR&A. Fotografía por Frank Lynen.
El diseño estructural se resuelve mediante una armadura de acero que libra un volado de 20 metros sobre la barranca para aprovechar la totalidad del terreno. La armadura se apoya sobre tres muros de carga de concreto que componen el sótano cimentado a base de pilas geotérmicas aprovechadas para generar energía eléctrica. Estas pilas contribuyen a climatizar la casa en invierno y precalentar la alberca el resto del año con apoyo de una bomba de calor. En términos hídricos, se instaló un sistema biodigestor que trata las aguas de desecho para irrigar la zona federal y envía el agua pluvial al subsuelo para mejorar las condiciones de flora y fauna de la maltratada zona boscosa.
En el interior, las fachadas protegidas y ventiladas proponen un ambiente rodeado de luz y aire natural, con visuales abiertas hacia las cañadas. Los espacios son flexibles y pueden adaptarse fácilmente a los cambios o necesidades de los clientes.
Casa CH73 por LBR&A. Fotografía por Frank Lynen.
Como parte de la reforestación, se decidió sembrar especies endémicas como el tepozán, ocote y árboles aguacateros, específicos para la fauna, además de otras especies arbóreas que habían nacido naturalmente en la plataforma preexistente y abandonada del predio.
Todas estas estrategias de diseño nos permitieron alcanzar el factor Net-Zero, de tal forma que la residencia es capaz de producir el cien por ciento de su energía eléctrica, además de reciclar y captar agua para reducir su consumo.