La estructura, libre y espaciosa, está compuesta por un zócalo de hormigón y una cubierta metálica dividida en cinco módulos de distinta altura para la entrada de luz y ventilación. El espacio funciona como un invernadero abierto al noroeste y sureste aprovechando la luz solar para calentarlo, de esta manera, su consumo energético es muy bajo. Desde fuera, el almacén parece ordinario y banal ya que la relación interior-exterior se realiza través de las aperturas de la cubierta.
Skyshell por Angas Kipa. Fotografía por Manuel Reaño Reyes.
Descripción del proyecto por Angas Kipa
Agropecuaria Junior es una empresa de Chiclayo que se dedica a la venta de productos agrícolas. La empresa se preocupa por el medio ambiente y evita el uso de sustancias perjudiciales. Debido a la necesidad de un nuevo espacio de almacenamiento, Agropecuaria Junior encontró una ubicación perfecta en la avenida Gran Chimú en las afueras de la ciudad. Este lugar es ideal para la carga y descarga de mercancías debido al tránsito pesado de vehículos en la zona.
El desafío arquitectónico fue abordado de manera sencilla: conservar y reformar una pequeña edificación existente dentro del lote y agregar un volumen de aproximadamente 2.250 m³ que se abre al cielo para bañar el interior de luz. La estructura es libre y espaciosa, compuesta por un zócalo de concreto con texturas verticales y una cubierta metálica dividida en cinco módulos dispuestos a diferentes alturas para la entrada de luz y ventilación. Con la mínima cantidad de material, se logró crear una gran cantidad de espacio habitable, proporcionando sombra, ventilación, aislamiento y protección contra el viento.
Skyshell por Angas Kipa. Fotografía por Manuel Reaño Reyes.
El programa arquitectónico se divide en dos espacios: uno existente que se recupera para oficinas y zona húmeda, y un segundo espacio diáfano, abierto y polivalente para la actividad principal. Este segundo espacio puede albergar otros usos en el futuro.
El espacio resultante no fue diseñado como un objeto, sino como una respuesta a los requerimientos del encargo y al lugar de emplazamiento. La correcta interpretación de la información determinó el sistema que ordena el volumen en sección. En el interior, la luz solar se filtra a través de la estructura, creando diferentes alturas bajo una luz homogénea. El espacio funciona como un invernadero abierto al noroeste y sureste, captando los rayos de sol de las primeras horas de la mañana para no necesitar calentar o enfriar artificialmente el espacio. Por esta razón, el consumo energético es muy bajo. Desde el exterior la arquitectura se percibe ordenada, pero también ordinaria y banal, como producto de sus lógicas interiores enfocando la relación entre el interior y el exterior a través de las aperturas de la cubierta.