Aprovechando la elevación sobre un camino inferior, Robbie Walker incorpora al proyecto un módulo auxiliar que alberga el garaje, una lavandería y una pequeña cocina que puede abrirse al exterior. Desde este mismo paseo, unos discretos escalones incrustados en el terreno reciben al usuario, guiándolo hacia la vivienda.
El interior de la casa se organiza con apenas tres tabiques que dividen el espacio en tres áreas: la zona de aseo, el dormitorio y un amplio espacio que integra la cocina con el salón-comedor. Este último se proyecta hacia la inmensidad del bosque a través de un gran ventanal que abarca todo el alzado, diluyendo los límites entre el interior y el paisaje circundante.
Más allá de su función estética, las lamas de la envolvente cumplen un papel clave en el confort térmico de la vivienda. Gracias a la sombra y la ventilación generada por la separación entre materiales, el diseño permite prescindir del aire acondicionado incluso en los cálidos veranos australianos. Además, dado que la casa se ubica en una zona de alto riesgo de incendios, la madera utilizada es incombustible, garantizando seguridad sin sacrificar la calidez del material.
Casa del árbol Sawmill por Robbie Walker. Fotografía por Tasha Tylee.
Descripción del proyecto por Robbie Walker
Este proyecto es un bonito ejemplo de que un buen diseño sólo es posible con un buen cliente. Las instrucciones eran: «Quiero algo pequeño para compartir con mi familia y amigos». Durante las semanas que transcurrieron hasta que visité el lugar, Hollie me enviaba fotos de todos los árboles explicándome qué eran cada uno de ellos, sin enviarme nunca muestras de azulejos ni peticiones de encimeras de cocina. Obviamente, lo más importante para ella era el lugar y cómo se sentiría el edificio.
Información sobre el emplazamiento y el proyecto
El emplazamiento era el comienzo de un barranco donde se vertían todas las aguas. Hay una zona aparentemente llana cerca del límite, y toda ella está cubierta de árboles increíblemente altos. La idea era situar el edificio junto a los árboles y fuera del agua. Inspiradas en los árboles, los cuatro pilares representan troncos de árboles, con las lamas que captan la luz de una forma más aleatoria que en un panel plano, como si fuesen las hojas de los árboles. Piezas que también ayudan a que el edificio respire y se mantenga fresco, haciendo que el agresivo sol del verano este alejado de las láminas de acero del tejado y del revestimiento de las paredes que hay debajo.
No es un edificio grande, contiene únicamente lo necesario: un dormitorio, un cuarto de baño, una cocina y un salón. Tener el edificio elevado también permite el acceso de coches al garaje, se aprovechó de esa sección plana, para albergar a escondidas una lavandería y una cocina que se pueden abrir al exterior. Los enormes árboles hacen que sea una zona BAL 40, por lo que todos los materiales exteriores tienen que ser incombustibles.
Eficiencia medioambiental.
El verdadero héroe aquí es el cliente. Podría decir que los interiores son totalmente de madera porque es un material cultivado de forma sostenible, y el resto de acero porque es el más fácil de reciclar. Pero elegir construir algo pequeño cuando se tiene espacio para hacerlo más grande requiere mucho valor.
Los agentes inmobiliarios les aconsejaron que una casa de cuatro dormitorios y tres baños alcanzaría el mejor precio si algún día decidían venderla. El banco probablemente tendría dificultades para valorar una casa de un dormitorio en una zona rural, lo que dificultaría la financiación. Y en lo que respecta a la planificación y los permisos de construcción, apenas hay ahorro de costes: los proyectos pequeños siguen necesitando los mismos consultores, informes y aprobaciones que los grandes.
Así que, después de todo ese esfuerzo, resistirse al impulso de simplemente duplicar el uso de materiales y añadir dormitorios adicionales no es poca cosa. En un sistema que premia el exceso, optar por construir menos -no por necesidad, sino por principios- es tanto o más importante que los propios materiales. Llevar a cabo esta decisión requiere mucho valor.
Puntos de interés
Un edificio de acero bajo el sol australiano se calienta mucho en verano (y la madera no podría utilizarse en una zona de incendios forestales BAL 40). Para poder prescindir del aire acondicionado, todas las paredes y el tejado están cubiertos de lamas de acero que dan sombra al edificio; el espacio entre las lamas y el edificio deja pasar el aire, lo que contribuye a la refrigeración.
