La futura Terminal, con una superficie de 100.500 m² construidos y con capacidad para 14 millones de pasajeros, se ubicará a continuación de las terminales 1, 2 y 3, al Sur de la "Schiphol Plaza". Se espera que las obras puedan estar finalizadas a lo largo de 2023.
La distribución espacial de la nueva terminal, su diseño y el tratamiento de sus fachadas buscan la integración con la “Schiphol Plaza”, la estación ferroviaria y otras posibles futuras expansiones. Esto será posible gracias a la claridad de la Arquitectura y a la amplitud espacial de la propuesta.
Uno de los aspectos fundamentales del diseño de la nueva Terminal es su integración urbanística con el resto del aeropuerto, lo que garantizará una perfecta conexión entre lo nuevo y lo existente. En el interior del edificio, la superposición de los flujos de pasajeros en diferentes niveles posibilitará que queden perfectamente diferenciados el vestíbulo de salidas y el área de recogida de equipajes en la planta baja. Por otra parte, los viales de acceso a la Terminal serán elementos urbanos de integración que contribuirán a mantener Schiphol como "una ciudad compacta".
La nueva Terminal a gran escala ofrecerá a los viajeros diferentes escenarios, en un ambiente lleno de luz natural. El sutil diseño propuesto contribuirá a que el uso de los espacios sea intuitivo sin reducir su funcionalidad.
La zona central del edificio se elevará con respecto al nivel de acceso, de modo que se generará una plataforma que proporcione una mayor privacidad a los procesos de facturación y control de seguridad, a la vez que se logrará un aumento la altura libre en la planta inferior, destinada a la recogida de equipajes.
Desde la plataforma, los pasajeros disfrutarán de una panorámica del vestíbulo de acceso, el cual estará cubierto por una gran celosía luminosa que permitirá que los viajeros se sumerjan en el cielo holandés. La amplia cubierta, de aproximadamente 180 x 150 metros, se apoyará sobre una fachada estructural, los núcleos de ascensores y también sobre algunos bloques de servicio. Los pasajeros podrán visualizar el espacio en su totalidad y moverse libremente por él. Las fachadas estarán formadas por grandes elementos de vidrio que permitirán las vistas a la vibrante actividad del aeropuerto, así como al cielo abierto sobre el paisaje neerlandés. Los criterios de sostenibilidad inherentes al diseño quedarán patentes en los diferentes materiales a utilizar, como por ejemplo el pavimento de madera en la plataforma, y en la abundante vegetación de los grandes patios.
La modularidad estructural y el ritmo repetitivo en las fachadas y en la cubierta aportarán gran serenidad y concepto de unidad a la nueva Terminal, a la vez que constituirán una base sólida para cualquier futura expansión. La integración y la atemporalidad caracterizan este nuevo eslabón en la evolución de Schiphol.