El proyecto de los arquitectos José Rodríguez y Carlos Montes para TAC! enfrenta los valores vernáculos de las tradicionales montañas de sal y los recursos naturales empleados a lo largo de los años en la región con nuevas aproximaciones innovadoras y sostenibles, promoviendo el diálogo entre ambos y destacando la importancia y el impacto positivo de los modos de vida tradicionales, centrando la mirada en las cuestiones sociales y climáticas que implica.
El pabellón de carácter efímero y conformado por tres elementos esenciales para el imaginario local: la sal, la madera y el acero, acerca a los ciudadanos interesados hasta el 14 de octubre, una manera de construcción y montaje que conjuga la innovación y los procesos constructivos tradicionales, a través de su morfología y materialidad, resultando en una muestra de la importancia y la necesidad de buscar alternativas a los procesos de construcción industriales.
La Sal, pabellón TAC! 2024 por José Rodríguez y Carlos Montes. Fotografía por del Río Bani.
La Plaza del Rey de San Fernando, Cádiz, acoge el pabellón temporal La Sal hasta el próximo 14 de octubre. El proyecto ganador del concurso de ideas para la tercera edición de TAC! Festival de Arquitectura Urbana, cita impulsada por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana (MIVAU) con la colaboración de la Fundación Arquia, cuenta en esta ocasión con el apoyo del Ayuntamiento de San Fernando y la Diputación de Cádiz.
Partiendo de la concepción de la arquitectura como herramienta de transformación social del espacio público, el pabellón, de los arquitectos José Rodríguez y Carlos Montes, propone activar el potencial de los recursos naturales más abundantes y sostenibles con que cuenta la provincia de Cádiz. Emulando las tradicionales montañas de sal, el proyecto reflexiona sobre la regeneración del espacio urbano en un diálogo entre el entorno y sus recursos, el patrimonio histórico y cultural con la ciudadanía y los valores vernáculos con la innovación y la sostenibilidad.
Identidad, sostenibilidad e innovación
Desde la centralidad en la que se sitúa el pabellón La Sal, el proyecto emerge hacia el exterior para plantear un diálogo con el entorno —el litoral de la ciudad de Cádiz y la industria de las salinas— y sus recursos; reivindicando desde la arquitectura los valores vernáculos de los modos de vida tradicionales y sumamente sostenibles, y haciendo transversales cuestiones sociales y climáticas.
De esta manera, La Sal se basa en tres materiales con gran arraigo en lo local: junto a la sal como elemento principal, la madera y el acero dan forma al pabellón temporal, en un proceso de construcción y montaje que conjuga la innovación y los procesos tradicionales, y que parte de la necesidad de buscar alternativas sostenibles a los materiales de construcción industriales.