Buscando una mayor eficiencia energética y una adaptación a los requisitos de una guardería actual, el estudio parisino B+C Architectes ha devuelto la volumetría original a este edificio de finales del siglo XIX, dando más visibilidad a su fachada cerámica policromada y respetando su luminoso espacio interior.
Descripción del proyecto por B+C Architectes
La construcción de este tipo de establecimientos apareció con la necesidad de secularizar las instituciones a cargo del cuidado de niños y la de proteger a bebés recién nacidos y niños pequeños en su mayoría en entornos muy difíciles.
Sin embargo, tras más de un siglo sin modificaciones, la guardería no estaba adaptada a las normas y necesidades establecidos por la ciudad de París y la Dirección de las familias y de los niños, lo que llevó a la programación de obras para la reelaboración completa del edificio.
El proyecto se puede resumir en cuatro puntos esenciales:
- Aumento de la capacidad de la guardería infantil para recibir a 33 niños con 3 secciones distintas.
- Modificación de la entrada para hacerla más accesible.
- Transformación del departamento de dirección.
- Reducción de un 50% del consumo de energía primaria del edificio.
Patio lateral y nueva entrada
El acceso al edificio era muy difícil ya que se encontraba en un nivel elevado principal por lo que se habían construido añadidos como una escalera de hormigón desfiguraban la arquitectura original del edificio. Estos añadidos estaban frente a la fachada original, hecha en ladrillo y ricamente decorada con policromados de múltiples materiales y placas de cerámica que representan motivos florales.
B+C Architectes ha llevado a cabo la demolición de los añadidos y el traslado de la entrada principal al nivel inferior, excavando un patio de acceso y creando así un nuevo espacio para respirar y dar luz.
Las nuevas circulaciones de escaleras y rampas de acceso son tratados no sólo como enlaces funcionales sino como elementos que por su generosas dimensiones y la calidad de sus materiales participan en la composición de un nuevo espacio de tranquilidad.
La nueva fachada totalmente acristalada de la planta baja se abre completamente al nuevo patio y ofrece un máximo de luz natural a los espacios internos.
Fachada a la calle
La intención del diseño para el proyecto se ve en continuidad con el edificio original, teniendo en cuenta el valor de su patrimonio arquitectónico y sus cualidades intrínsecas (volumetría y penetración de la luz natural).
Al mismo tiempo, se introducen elementos de contemporaneidad, que, inspirados por el vocabulario y las características de las decoraciones originales, juegan con la referencia al mundo de las plantas como hilo conductor. Un ejemplo de esto es la fachada en planta baja en la que este juego de referencias se expresa en forma de árboles formados por las nuevas columnas de acero que soportan la fachada del 1921 y que parecen "echar raíces".
Fachada del patio trasero
El mismo tratamiento arquitectónico da vida al patio trasero. La fachada ciega existente se transforma en un sobre transparente de policarbonato con una malla metálica que sirve de brise-soleil. El policarbonato permite filtrar la luz natural y penetrar en el gran volumen.
La malla, cortada con forma de árboles y referencias botánicas está enriquecida con formas reconocibles de animales y proyecta estas formas en sombras a través del policarbonato.
El tratamiento de los espacios internos
Los espacios internos existentes se caracterizan por la calidad de sus generosos volúmenes y por la gran transparencia de los tabiques acristalados internos originales (que se han mantenido siempre que ha sido posible), lo que permite que la luz natural penetre profundamente en el interior. El proyecto ha integrado estos aspectos positivos, respetando los volúmenes y manteniendo la estructura original y los tabiques acristalados en gran medida.
Internamente en la entreplanta, se sitúa un espacio para dormir en una estructura en forma de iglú bajo la claraboya restaurada.