Los miembros del Jurado del presente concurso internacional de ideas Bay Book House (BaBH) San Francisco, propuesto por arquideas, tras haber estudiado detenidamente las 78 propuestas presentadas al concurso, de 25 países diferentes, realizan sus valoraciones en dos fases para unificar criterios y emitir un veredicto lo más fundado posible.
El Jurado, teniendo en cuenta los criterios de valoración expresados en las Bases del concurso, destaca 15 propuestas como finalistas del concurso. En una segunda fase se seleccionaron 3 propuestas ganadoras y 5 menciones honoríficas.
Estas propuestas representan en su conjunto los valores pretendidos en el concurso, acercándose al problema desde distintos enfoques muy meditados y llenos de talento.
Las 3 propuestas GANADORAS son [ver todos los premios y menciones más abajo]:
1er Premio.- BaBH 1068. Indibil Solans Ibáñez, Daniel Varga, Lara Arín González y Lluis Balcells Gracia. Universitat Rovira i Virgili, España.
El Jurado, teniendo en cuenta los criterios de valoración expresados en las Bases del concurso, destaca 15 propuestas como finalistas del concurso. En una segunda fase se seleccionaron 3 propuestas ganadoras y 5 menciones honoríficas.
Estas propuestas representan en su conjunto los valores pretendidos en el concurso, acercándose al problema desde distintos enfoques muy meditados y llenos de talento.
Las 3 propuestas GANADORAS son [ver todos los premios y menciones más abajo]:
1er Premio.- BaBH 1068. Indibil Solans Ibáñez, Daniel Varga, Lara Arín González y Lluis Balcells Gracia. Universitat Rovira i Virgili, España.
Se ha valorado especialmente la síntesis de la propuesta, concretizada a través de un sistema, basado en la transmisión del conocimiento en la era tecnológica.
Se valora la estrategia difusa de la intervención capaz de trascender de la delimitación física del muelle como patrón formal. La condición de malla geométrica de evocación liquida a modo de vórtice infinito, sin forma y sin dimensión se superpone al espacio fronterizo ciudad-mar como eficaz estrategia de disolución del límite. Se valora también la redefinición del programa en los mismos términos: como un campo difuso donde el conocimiento se alberga en los postes/interfaces que administran el acceso a la información.
Es necesario pensar la arquitectura y los espacios públicos a partir de algo que ya es inevitable, es decir, la incorporación de la tecnología. El acceso a la información de forma accesible, ilimitada e interactiva solo puede ser a través de internet. Y en esta propuesta lo encontramos, creación de espacio público con elementos arquitectónicos y que son tecnología y proveen información. Y, a la vez, los mismos elementos nos dan como resultado una propuesta visual muy potente y en armonía con el contexto.
Se valora la aproximación al concepto desde una lectura histórica de la ciudad, que desemboca en una solución atrevida, poética y eminentemente contemporánea, que cuestiona el papel actual del edificio tipo de biblioteca para transformarlo en un elemento de "mobiliario urbano" que se aleja a su vez del concepto tradicional de hito construido, generando un espacio urbano de interacción y conocimiento verdaderamente público y amable con la línea de costa.
Es interesante el diseño que transforma los datos, que son objetos no físicos instantáneamente transmitidos, en olas (como si fuera la superficie del agua). Sin embargo, los datos no arreglan su condición física en forma de postes. Por ejemplo, ¿qué pasaría si la altura de las luces pudiese ser controlada de manera individual por un sistema de iluminación LED mientras que la altura de cada poste permanece igual? Sería un lugar donde la gente puede experimentar el latido del tiempo real de la enorme sociedad animal, como los valores económicos variables y las elecciones presidenciales, a una escala mayor.
Es una sólida idea conceptual que ofrece a la gente un bello paisaje donde pasear estando en contacto con la bahía. Tiene un perfil poético, sobre todo visto desde arriba por la tarde, cuando se asemeja a anillos en el agua.
Los postes de luz icónicos generan un espacio potente, creando un paisaje de conocimiento urbano único.
Se valora la estrategia difusa de la intervención capaz de trascender de la delimitación física del muelle como patrón formal. La condición de malla geométrica de evocación liquida a modo de vórtice infinito, sin forma y sin dimensión se superpone al espacio fronterizo ciudad-mar como eficaz estrategia de disolución del límite. Se valora también la redefinición del programa en los mismos términos: como un campo difuso donde el conocimiento se alberga en los postes/interfaces que administran el acceso a la información.
Es necesario pensar la arquitectura y los espacios públicos a partir de algo que ya es inevitable, es decir, la incorporación de la tecnología. El acceso a la información de forma accesible, ilimitada e interactiva solo puede ser a través de internet. Y en esta propuesta lo encontramos, creación de espacio público con elementos arquitectónicos y que son tecnología y proveen información. Y, a la vez, los mismos elementos nos dan como resultado una propuesta visual muy potente y en armonía con el contexto.
Se valora la aproximación al concepto desde una lectura histórica de la ciudad, que desemboca en una solución atrevida, poética y eminentemente contemporánea, que cuestiona el papel actual del edificio tipo de biblioteca para transformarlo en un elemento de "mobiliario urbano" que se aleja a su vez del concepto tradicional de hito construido, generando un espacio urbano de interacción y conocimiento verdaderamente público y amable con la línea de costa.
Es interesante el diseño que transforma los datos, que son objetos no físicos instantáneamente transmitidos, en olas (como si fuera la superficie del agua). Sin embargo, los datos no arreglan su condición física en forma de postes. Por ejemplo, ¿qué pasaría si la altura de las luces pudiese ser controlada de manera individual por un sistema de iluminación LED mientras que la altura de cada poste permanece igual? Sería un lugar donde la gente puede experimentar el latido del tiempo real de la enorme sociedad animal, como los valores económicos variables y las elecciones presidenciales, a una escala mayor.
Es una sólida idea conceptual que ofrece a la gente un bello paisaje donde pasear estando en contacto con la bahía. Tiene un perfil poético, sobre todo visto desde arriba por la tarde, cuando se asemeja a anillos en el agua.
Los postes de luz icónicos generan un espacio potente, creando un paisaje de conocimiento urbano único.
2º Premio.- BaBH 1186. Thang Ngo y Linh Pham. Politecnico di Milano, Italia.
Se valora la capacidad del proyecto de habitar su propio horizonte artificial, horizonte que actúa como un intersticio en la sección que se orienta de delante a atrás con la fórmula de hacer converger techo y suelo. Así mismo, se valora la condición icónica de la pieza y su interacción con el nivel del agua dada su capacidad de dejarse invadir por esta, variando así su morfología.
La irrupción de la pieza, como muelle que se eleva, genera un nuevo lugar bajo la misma, una topografía que introduce las mareas como parte del proyecto, diluyendo el límite entre la ciudad y el mar. La pieza volada a modo de puente tamiza la visión del mar con los reflejos de la ciudad que queda detrás, mostrando una vista ininterrumpida de la bahía. Sin embargo, a pesar de la delicadeza en el tratamiento del muelle abandonado, se echa en falta una cierta profundización en el tema propuesto de proyecto, quedando el propósito del programa relegado a un segundo plano.
El proyecto hace que los habitantes de la ciudad recuerden a la madre naturaleza mediante el ritmo del cambio de mareas. En otras palabras, es una construcción que sirve para que la “naturaleza” aparezca, la cual los desplaza a un entorno más allá de la ciudad, siendo ella mismo un entorno artificial.
El espacio urbano aparece/desaparece de acuerdo al cambio de mareas.
El cambio de mareas se usaba para controlar las corrientes. Su riqueza viene de la inconveniencia que aporta el abandonar el derecho a controlar la conexión/desconexión con la naturaleza. Proveerá un lugar donde relajarse en el espacio urbano, que normalmente obliga a estar conectado…recuerdo del Monte Saint-Michel.
Con su arquitectura comedida, el proyecto crea un edificio horizontal que se relaciona de cerca con el agua, convirtiéndose en un rasca-aguas. El muelle se fusiona con el agua en el punto intermedio y actúa como catalizador de las relaciones sociales. Se convierte en un anfiteatro que tiene al agua como elemento principal, desde donde se puede ver la bahía a través del marco definido por el rayo superpuesto.
Un muelle monumental, bien integrado con la línea de costa, que ofrece a los usuarios una nueva dimensión.
La irrupción de la pieza, como muelle que se eleva, genera un nuevo lugar bajo la misma, una topografía que introduce las mareas como parte del proyecto, diluyendo el límite entre la ciudad y el mar. La pieza volada a modo de puente tamiza la visión del mar con los reflejos de la ciudad que queda detrás, mostrando una vista ininterrumpida de la bahía. Sin embargo, a pesar de la delicadeza en el tratamiento del muelle abandonado, se echa en falta una cierta profundización en el tema propuesto de proyecto, quedando el propósito del programa relegado a un segundo plano.
El proyecto hace que los habitantes de la ciudad recuerden a la madre naturaleza mediante el ritmo del cambio de mareas. En otras palabras, es una construcción que sirve para que la “naturaleza” aparezca, la cual los desplaza a un entorno más allá de la ciudad, siendo ella mismo un entorno artificial.
El espacio urbano aparece/desaparece de acuerdo al cambio de mareas.
El cambio de mareas se usaba para controlar las corrientes. Su riqueza viene de la inconveniencia que aporta el abandonar el derecho a controlar la conexión/desconexión con la naturaleza. Proveerá un lugar donde relajarse en el espacio urbano, que normalmente obliga a estar conectado…recuerdo del Monte Saint-Michel.
Con su arquitectura comedida, el proyecto crea un edificio horizontal que se relaciona de cerca con el agua, convirtiéndose en un rasca-aguas. El muelle se fusiona con el agua en el punto intermedio y actúa como catalizador de las relaciones sociales. Se convierte en un anfiteatro que tiene al agua como elemento principal, desde donde se puede ver la bahía a través del marco definido por el rayo superpuesto.
Un muelle monumental, bien integrado con la línea de costa, que ofrece a los usuarios una nueva dimensión.
3er Premio.- BaBH 1122. Javier Torres Navarro, Sofía Calvo y Sandra Castro Sánchez. Universidad Politécnica de Madrid, España.
Los miembros del jurado han seleccionado este proyecto, con el tercer premio, por la innovación de la propuesta, que realiza la reconstrucción de un paisaje, una topografía, mediante un sistema, basado en la transmisión del conocimiento en la era tecnológica, y al mismo tiempo es sensible a la sostenibilidad a favor de las energías limpias.
Se valora la reinvención del espacio libre por el sistema de postes propuesto, auténticos avatares vegetales que redefinen un espacio público de interacción con el programa propuesto. También la configuración en malla difusa del programa en las plantas cubiertas, que adquiere autentica capacidad de evocar complejidades urbanas a escala.
El proyecto parte de una idea inicial potente, la reinterpretación de la estructura del muelle como puntos informativos que generan un paisaje. Sin embargo, se pierde en detalles que restan rotundidad al planteamiento, quedando el objeto propuesto como mero elemento dentro de un conjunto y no como pieza protagonista.
El proyecto también estudia el “espacio físico” que asume la responsabilidad de los “datos no físicos”. Lo interesante es que crea un elemento de espacio con un atractivo particular usando condiciones meteorológicas naturales/artificiales tales como la niebla y la bruma, además del paisaje terrestre.
Sin embargo, son demasiados los objetos que muestran datos. Se hace difícil percibir el entorno delicado del clima y del paisaje terrestre a través de esas impresiones contundentes. Los múltiples estanques/piscinas y el paisaje terrestre pueden hacer que se interpreten los muelles como “material para mejorar el clima urbano”, cuestión sumamente interesante.
Interesante concepto que crea un paisaje urbano desconectado de la relación con la ciudad.
Se valora la reinvención del espacio libre por el sistema de postes propuesto, auténticos avatares vegetales que redefinen un espacio público de interacción con el programa propuesto. También la configuración en malla difusa del programa en las plantas cubiertas, que adquiere autentica capacidad de evocar complejidades urbanas a escala.
El proyecto parte de una idea inicial potente, la reinterpretación de la estructura del muelle como puntos informativos que generan un paisaje. Sin embargo, se pierde en detalles que restan rotundidad al planteamiento, quedando el objeto propuesto como mero elemento dentro de un conjunto y no como pieza protagonista.
El proyecto también estudia el “espacio físico” que asume la responsabilidad de los “datos no físicos”. Lo interesante es que crea un elemento de espacio con un atractivo particular usando condiciones meteorológicas naturales/artificiales tales como la niebla y la bruma, además del paisaje terrestre.
Sin embargo, son demasiados los objetos que muestran datos. Se hace difícil percibir el entorno delicado del clima y del paisaje terrestre a través de esas impresiones contundentes. Los múltiples estanques/piscinas y el paisaje terrestre pueden hacer que se interpreten los muelles como “material para mejorar el clima urbano”, cuestión sumamente interesante.
Interesante concepto que crea un paisaje urbano desconectado de la relación con la ciudad.
Las menciones honoríficas han sido otorgadas a:
- BaBH 1079. Cristian Ríos Abello, Santiago Álvarez Arteaga y Carlos Andrés Ramírez Bohorquez.
Universidad San Buenaventura, Colombia.
- BaBH 1087. Alejandro Sánchez-Guijo. Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Málaga, España.
- BaBH 1113. Marco Caporaletti, Francesco Tricarico y Felix Varaschini. Politecnico di Milano, Italia.
- BaBH 1153. Carlos Mateo Soto, Felipe Santamaría y Sofía Hinestrosa. Pontificia Universidad Javeriana, Colombia.
- BaBH 1182. Maria Michnowska, Aleksandra Kozlowska, Nelly Malinowska y Maria Kaczorowska.
Lodz University of Technology, Polonia.
Universidad San Buenaventura, Colombia.
- BaBH 1087. Alejandro Sánchez-Guijo. Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Málaga, España.
- BaBH 1113. Marco Caporaletti, Francesco Tricarico y Felix Varaschini. Politecnico di Milano, Italia.
- BaBH 1153. Carlos Mateo Soto, Felipe Santamaría y Sofía Hinestrosa. Pontificia Universidad Javeriana, Colombia.
- BaBH 1182. Maria Michnowska, Aleksandra Kozlowska, Nelly Malinowska y Maria Kaczorowska.
Lodz University of Technology, Polonia.