Descripción del proyecto por Metaform Architects
En lo que respecta a la vivienda, uno de los principales problemas que enfrentan las personas en la mayoría de las zonas urbanas, a menudo lugares de constante crecimiento y aumento de las demandas de vivienda, es la necesidad de elegir, más por necesidad que por deseo, una tipología de apartamentos antes que una tipolgía de casas unifamiliares. Sus principales preocupaciones pueden resumirse como sigue:
1. Típicamente, en la mente de la gente los edificios residenciales implican a menudo "una vida en una caja", sin calidad de viva, sensación de pertenencia e identidad; falta de luz natural y buenas vistas;
2. Proximidad a los vecinos, que resulta en una falta de privacidad, visual y acústica
3. Espacio físico insuficiente para una vida cómoda.
El enfoque del estudio de arquitectura Metaform fue analizar cuidadosamente estas cuestiones y responder utilizándolas como punto de partida para trnasformarlo en recursos, y además en cualidades, generando así una nueva visión de la tipología de vivienda colectiva.
De acuerdo con la normativa municipal, independientemente de la peculiar topografía, la normativa permitiría, a priori, únicamente la construcción de un edificio simple de un solo bloque, con un sótano plano de 2 pisos. Sin embargo, el contexto, las condiciones específicas del terreno y la forma de la trama ofrecieron la posibilidad para realizar diferentes experimentos, mientras se da presencia y se responde a los problemas mencionados:
La parcela se sitúa a lo largo de una calle particularmente curva, una topografía muy empinada, con 10 metros de diferencia y la necesidad de conservar árboles de tres siglos de edad, clasificados como monumentos nacionales. Todo ello condicionó la forma inicial del edificio. Además, el edificio responde al contexto urbano específico (unidades de vivienda de pequeña escala en un lado y bloque de apartamentos de gran escala en el otro): crea una transición sutil, dividiendo el volumen principal en seis bloques más pequeños, desplazados verticalmente. De esta manera, el edificio se está adaptando a su entorno; conserva la densidad requerida, al tiempo que nutre el sentimiento de pertenencia, identidad y escala humana.
La división y el desplazamiento de los volúmenes ha sido cuidadosamente estudiada para responder a la necesidad de luz natural, abrir vistas panorámicas hacia el paisaje y la ciudad y crear el contacto visual con el cielo, mientras se dota de privacidad a los residentes.
Otra respuesta a los problemas de privacidad consiste en mejorar la comunicación vertical, al tiempo que se eliminan los largos corredores horizontales, a menudo oscuros y acústicamente desfavorables. Tres núcleos verticales conectan el parking subterráneo directamente con los apartamentos. Esta solución permitió para el apartamento transversal configuraciones con orientación hacia tres lados.
Por otro lado, los arquitectos tenían la idea de que, además de ofrecer privacidad cuando fuera necesario, se debía de conceder a los residentes la posibilidad de reunirse y conocerse en un espacio común. Las instalaciones como la cocina común, la sala de ocio, los juegos, etc. están diseñadas para aportar valor a través de la mejora de la interacción social y el sentido de la vida comunitaria, sobre bases voluntarias individuales, preservando la privacidad y la paz de los demás.
Aparte de crear el espacio común de reunión, que puede acoger tanto reuniones grupales como privadas, las plantas subterráneas ofrecen un espacioso espacio de almacenaje.
La aspiración general era "casar" las necesidades y los problemas de la vivienda actual con las condiciones específicas del entorno con el objetivo de diseñar un edificio de vivienda colectiva que ofrezca a las personas un sentido de pertenencia, identidad y comunidad.