Descripción del proyecto por Espacio Interrogante [?]
La propuesta se configura como una primera acción estética dentro de nuestro proyecto como ‘espacio ?’, para generar una reflexión sobre nuestra presencia en Zapadores y la relación con el mismo. Qué estamos produciendo y cómo, como arquitectos, servimos al momento artístico contemporáneo.
Esta primera instalación habla de nuestro posicionamiento frente al hecho de asentarnos en este lugar; la nueva sede de La Neomudéjar coloniza unos antiguos cuarteles de 200 m lineales de fachada que permanecían abandonados y nosotras, junto con los demás artistas, aparecemos antes de acabar el acondicionamiento del edificio.
Cómo nos asentamos en un lugar así ?
En primer lugar hemos de mirar hacia la propia arquitectura del lugar; una espacialidad aún salvaje y absolutamente masiva y deteriorada por el desuso. Una manera de devolverle la vida al espacio y apropiarnos del mismo es domesticándolo.
Cómo lo domesticamos ?
Qué oportunidades nos ofrece un proceso como este ?
En un momento en el que la inmediatez es un valor necesario, hemos olvidado lo que son los procesos: por ello, un proyecto como Zapadores nos permite crear lazos y generar afectividades.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el Principito-, ¡estoy tan triste!
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-, no estoy domesticado.
[...]
- ¿Qué significa “domesticar”? -volvió a preguntar el Principito.
-Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa “crear lazos… ”
-¿Crear vínculos?
-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú para mí todavía no eres más que un niño igual a otros cien mil niños. Y no te necesito. Tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…”
[...]
-¡Por favor… domestícame! –dijo el zorro.
-Me encantaría -respondió el Principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que descubrir amigos y conocer muchas otras cosas.
-Sólo se conocen las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no se dan tiempo para conocer nada. Compran todo hecho en las tiendas. Pero como en las tiendas no venden amigos, los hombres ya no tienen amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
El principito de Antoine de Saint-Exupéry
La instalación ‘domesticar’ propone una serie de espacios domésticos capaces de generar situaciones íntimas y de confort, en un entorno aún en obras. Los cerramientos efímeros, de plástico de pintor de diferentes opacidades en función de las privacidades, juegan también con la fluidez y la fragilidad, a difuminar las situaciones de los interiores y aumentar los contrastes.
‘Domesticar’, al igual que nuestro proyecto, seguirá mutando de forma paralela a la investigación.