El proyecto desarrollado por Sandra Micaela Casinha cuenta con 20 viviendas de dos a tres habitaciones, donde las formas orgánicas van generando recorridos y estancias, acabando en la estancia principal de cada vivienda, el estar.
Cada vivienda cuenta con una terraza generada a partir del dinamismo de las plantas, donde la luz tamizada por la celosía provoca una experiencia cambiante y sensorial a lo largo del día. La celosía está compuesta por paneles metálicos perforados que aportan emoción, protección contra el sol e intimidad en la estancia principal de la vivienda.
![](/sites/default/files/files/metalocus_sandra-casinhas_edificio-sense-100_44.jpg)
Edifício Sense 100 por Sandra Micaela Casinha architects. Fotografía por Ivo Tavares Studio.
![](/sites/default/files/files/metalocus_sandra-casinhas_edificio-sense-100_41.jpg)
Edifício Sense 100 por Sandra Micaela Casinha architects. Fotografía por Ivo Tavares Studio.
Cada vivienda cuenta con una terraza generada a partir del dinamismo de las plantas, donde la luz tamizada por la celosía provoca una experiencia cambiante y sensorial a lo largo del día. La celosía está compuesta por paneles metálicos perforados que aportan emoción, protección contra el sol e intimidad en la estancia principal de la vivienda.
![](/sites/default/files/files/metalocus_sandra-casinhas_edificio-sense-100_44.jpg)
Edifício Sense 100 por Sandra Micaela Casinha architects. Fotografía por Ivo Tavares Studio.
![](/sites/default/files/files/metalocus_sandra-casinhas_edificio-sense-100_41.jpg)
Edifício Sense 100 por Sandra Micaela Casinha architects. Fotografía por Ivo Tavares Studio.
Descripción del proyecto por Sandra Micaela Casinha
El edificio Sense 100 baila a través de largas ondas, diferentes en cada planta. El diseño orgánico y los paneles proyectados en la fachada crean dinamismo, movimiento y momentos.
Hay 20 apartamentos, de dos frentes, con generosos balcones, destinados a ser zonas de estar. Son las «olas» las que crean los balcones. Y se relacionan con las luminosas salas de estar.
En cada apartamento nos recibe una curva. Nos conduce a distintas zonas. Termina en el salón, y aquí nuestra mirada se posa en el balcón organicista con sus paneles de pantalla. Estos paneles aportarán emoción, protección contra el sol e intimidad.