Memoria del proyecto por Alcolea + Tárrago arquitectos
La casa MP en Sesma tiene su origen en un concurso privado en el que, por encima de las soluciones concretas, se valoró la actitud de los arquitectos de explorar la posibilidad de construir una vivienda de máximos con un presupuesto ajustado y en un solar complicado, de un desnivel muy acusado. Y no menos importante, la implicación y compromiso, quizá más allá de lo razonable, para proponer sucesivas aproximaciones al proyecto (hasta cinco proyectos básicos y un proyecto de ejecución completo, visado y finalmente desestimado) antes de la solución definitiva.
Con todo, el programa responde a las necesidades convencionales de una vivienda para un matrimonio joven con dos hijas pequeñas, un garaje para dos vehículos, e incluye un pequeño huerto. La solución final opta por un volumen sencillo de carácter monolítico, de condición pétrea, en el que se acentúa su geometría arquetípica también mediante el uso intensivo de hormigón visto entablillado y tabla de pino tintado, y donde cualquier gesto obtiene respuesta en la búsqueda de la mejor orientación y vistas, sorteando los obstáculos próximos y liberando el máximo de solar para la plantación de algún árbol frutal y disponer de la pequeña huerta. La vivienda, por tanto, se sitúa en la cota más elevada del solar, ajustándose a las inevitables alineaciones romboidales permitidas por la, como suele ser habitual, restrictiva normativa; y para dominar las vistas meridionales hacia los campos de cereal y las suaves estribaciones montañosas de la vega del río Ebro.
Siguiendo la misma estrategia, el garaje para dos vehículos se separa del volumen principal para ocupar y cerrar así todo el frente de parcela, al norte. Entre ambos, se crea un zaguán de acceso y un patio de tres metros de anchura flanqueado por unas puertas correderas de gran tamaño, forradas igualmente en tabla de pino, que comunican la cochera con el jardín y la calle.
El interior de la vivienda se relaciona con el jardín por medio de grandes huecos en planta baja, donde un gran espacio único resuelve el salón, cocina y lugar para ocio y trabajo. La planta elevada se reserva a las habitaciones y un espacio de lavandería. En el sótano se resuelve un espacio multiusos y el necesario para las instalaciones y el almacenamiento.
La solución constructiva además de proporcionar la textura del sistema de encofrado tradicional mediante tabla, reúne estructura y acabado y por tanto controla el gasto presupuestario evitando soluciones de terminación, a la vez que encaja con las tonalidades ocres de las construcciones de la zona. Los huecos se forran y se completan mediante contraventanas de tabla de pino tintado, también usuales en la arquitectura popular de la zona. La gran inercia térmica del volumen de hormigón, así como la incorporación de suelo radiante y refrescante mediante sistema de captación por geotermia permite una muy alta eficiencia energética de la vivienda en un clima bastante extremo, de inviernos muy fríos y veranos muy calurosos, sin dejar de lado la radicalidad del volumen y el máximo aprovechamiento de la luz natural. La construcción se lleva a cabo por una muy pequeña empresa constructora de la zona, propiedad de un amigo de la familia, y la subcontrata de gremios locales, que justifican lo dilatado de la ejecución.
Texto: Alcolea + Tárrago Arquitectos.