La marcada forma longitudinalidad de la parcela genera un programa en espina, que se desarrolla desde la zona de acceso situada al norte prolongandose hasta la terraza en el extremo sur, en un desarrollo en el que se van articulando con elegancia estancias, retranqueos y un patio que permiten ir introduciendo la luz de la mañana en el interior, a la vez que se proponen inteligentemente medidas pasivas que mejoran el comportamiento climático de la misma. A poniente la casa se protege del sol situando las aperturas solo en aseos y cocina
La abstracción geometrica se complementa con una pérgola ligera volada que se abre al elemento vertical del «paellero», pieza clave en la vida social valenciana.
Casa de ladrillo en La Eliana por Sanchis Olivares. Fotografía por Álvaro Olivares.
Descripción del proyecto por Sanchis Olivares
En una ciudad jardín consolidada hace décadas, a las afueras de València, una antigua pista de tenis se convierte en la parcela a intervenir. Nos ofrece un terreno llano, con vegetación perimetral como telón de fondo, un árbol de gran porte y un antiguo almacén subterráneo que se convertirá en piscina.
La ausencia de vida colectiva en las calles de este modelo de urbanización nos conduce a una tipología que mira hacia el interior, protegiendo y acotando el espacio exterior en busca de la relación del individuo con el mismo.
La marcada longitudinalidad de la parcela lleva a organizar el programa en espina, desde la zona norte de acceso hasta la terraza en su extremo sur. En la fachada este aparecen quiebros, retranqueos y un patio que permiten la entrada de la luz de la mañana a las estancias, mientras que a poniente se dibuja una fachada plana y opaca que busca resguardarse del sol bajo la vegetación perimetral.
En un guiño a la arquitectura residencial del entorno, la vivienda se construye con un ladrillo caravista de arcillas blancas. Su despiece nos permite aproximar a la escala humana la rotundidad volumétrica que define la imagen exterior del proyecto. Esta rotundidad culmina en el elemento vertical que constituye el “paellero”, pieza clave en la vida social valenciana. Ubicado en la terraza sur, lo acompaña en contraste una pérgola ligera volada construida con listones de pino que ofrece un espacio exterior en sombra. Esta pérgola, junto al espesor de los cerramientos, la ventilación cruzada y la respuesta de la vivienda a las distintas orientaciones, constituyen un sistema de medidas pasivas que mejoran el comportamiento climático de la misma.