Memoria del proyecto
El cliente encargó una casa de verano que fuera adaptable, vernácula, de bajo mantenimiento e integrada a su entorno. Las demandas del programa de vivienda nos dieron la oportunidad de usar formas geométricas simples que respondieran a ellas de manera exitosa.
La configuración de los cubos nos dieron la posibilidad de tener espacios individuales pero a la vez de tener una unidad completa al tocarlos y superponerlos de manera parcial. Los cubos crean espacios privados, semi-públicos y públicos en una manera compleja por medio de un simple acto. Esta casa puede servir a todas las posibles constelaciones que pueden ocurrir en una vida familiar.
Los materiales de los cubos presentan un juego de contrastes entre los transparentes, reflejantes y opacos. Las aperturas responden a los alrededores abriéndose hacia las vistas del lago y protegiendo al usuario contra los fríos vientos del norte.
Todo eso da al edificio simplicidad y al mismo tiempo una alta complejidad entre su interior y los alrededores.
Al construir con un material encontrado en el sitio, redescubrimos un antiguo sistema que comúnmente olvidamos debido a nuestros avances tecnológicos. Los colores y texturas de los muros se unen con el paisaje y acercan a casa con el ambiente que la rodea. Una cercana relación con el cliente y una serie de artistas que diseñaron interiores y mobiliario, dió un paso más a la personalización de los requisitos de vivienda para los usuarios.
Texto.- Tatiana Bilbao.
CRÉDITOS.-
Concepto.- Tatiana Bilbao.
Diseño.- Tatiana Bilbao, Thorsten Englert, Damián Figueras, Adriana Carvalho, Alejandro Cabrales, Marco Robles.
Estructura.- Jorge Cadena.
Contratista.- Enrique Cabrera.