Hasta finales de diciembre todo el mundo puede participar en la lotería, momento en el que la vivienda se sorteará (los ingresos se destinarán a las becas de los estudiantes).
El nombre viene de la luz dorada que empapa toda la casa procedente del reflejo generado por una gran pared dorada en la planta superior. Es un homenaje al arquitecto mexicano Luis Barragán que creó, con el pintor aleman Mathias Goeritz, similares paramentos dorados.
Hasta que se celebre el sorte la vivienda, de dos plantas, estará abierta todos los días a quienes quieran visitarla. La decoración interior realizada por el arquitecto mexicano Gilberto L Rodriguez es de lujo, con un ascensor interior, una piscina y habitaciones completamente equipadas
La piscina está situada en la terraza de la última planta de la vivienda, donde destaca un marco rectangular desde el que se ve la emblemática Sierra Madre. La vivienda tiene una clara simétria. El visitante entra a través de un patio con un hall de entrada. En el interior el espacio fluye entre las tres plantas generando una sala de grandes dimensiones, «un generoso espacio central, suma de dos espacios verticales de doble altura que, al unirse verticalmente desplazados, crean una sensación de gran amplitud. Todos los espacios de la casa convergen en ese espacio central.» Alberto Campo Baeza.