Todo parecía tan grotesco que recorde la última novela gráfica de la editorial DC comics: «Batman: Death by Design», de la que se vienen haciendo diferentes interpretaciones. Un título publicado el pasado mes de mayo que recoge las últimas aventuras de Batman en Gotham, salvando a la ciudad de las promesas de constructores asociados con políticos utilizando la arquitectura y la ingeníera para inchar su ego y su propio beneficio.
La fiesta de los constructores, políticos y actuaciones icónicas, en "Batman: Death by Design". Cortesía de DC Comics.
El paralelismo entre la fiesta planteada en el tebeo sobre una plataforma transparente y la esperpéntica situación de la presentación de ayer parecía demasidado obvia, mostrando situaciones en las que aparecen políticos, constructores y promotores en un repetido bucle infinito.
Con esta excusa, mas obvia de lo que podría parecer, salvando que el tebeo es una magistral obra de arte y lo de ayer fue puro esperpento de carnaval, haré un repaso de la última publicación de Batman.
Recreación de Las Vengas Sands del futuro Eurovegas en Alcorcón. Cortesía de la Comunidad de Madrid.
Recreación de Las Vegas Sands del futuro Eurovegas simulando la plaza de Times Square de Nueva York.
Eurovegas. Recreación de Las Vegas Sands del futuro Eurovegas.
Comencemos recordando que "Batman: Death by Design" ha tenido como guionista a Chip Kidd y como dibujante a Dave Taylor.
Por un lado Chip Kidd, escritor de la historia, es un brillante diseñador gráfico conocido también por ser uno de los historiadores profesionales más respetados del medio, autor de Batman Collected (1996) y Bat-Manga: La historia secreta de Batman en Japón (2008) entre muchos otros. Dave Taylor, autor de las ilustraciones, es un británico formado como artista en las diferentes ediciones y proyectos de Batman para DC Comics.
Con dos autores así parecería que el éxito estaba asegurado, pues bien en determinados ambitos no ha sido así: "Kidd no sabe escribir tebeos, y la sobreexposición de información, el abuso de diálogos interminables para explicar una trama complicada que no compleja hace que la lectura del tebeo, pasada la buena impresión inicial de su diseño, sea una auténtica tortura. Sin dejar de mencionar la aparición con calzador del Joker, que no pega nada en esta insulsa historia que únicamente podría interesar a estudiantes de arquitectura" Felipe Rodríguez Torres. La Habitación nº 26.
Desde luego el comentario algo de razón tiene, entonces ¿por qué esa supuesta falta de éxito entre los fans de Batman se convierte en un gran éxito entre los arquitectos? Bueno, pues no por lo esencial que es cómo se interviene en la ciudad, los poderes egoistas de algunos y sus propuestas simplistas para solucionarlo todo cuando en realidad lo único que solucionan es su bolsillo, sino porque el comic realiza por turnos diferentes recorridos, realiza una defensa apasionada de la conservación del patrimonio histórico, también es un cuento con moraleja sobre la arrogancia de la ingeniería, pasando por un homenaje nostálgico a Hugh Ferriss (1889-1962) y a sus representaciones futuristas en claroscuro exaltando los rascacielos e incluso realiza una ácida acusación del culto al estrellato arquitectónico.
La historia es mucho más, una lectura atenta permite ir desmenuzando y descubriendo multitud de referencias utilizadas, lo que es todo un placer: barridos casi cinematográficos, en las composiciones de Taylor, en las que durante varias páginas realiza una especie de "splash" tan amplio que podría parecer que estás ante una pequeña pantalla de cine. El libro calibra hábilmente el ritmo (que varía desde el hacinamiento de múltiples viñetas en las páginas a la impresionante imagen única) demostrando que todo el conjunto de artimañas digitales y efectos 3-D de las películas de acción de hoy palidecen al lado de la potencia imaginativa de un artista de primer nivel trabajando con el lápiz en dos dimensiones. Como tonalidad predominante elige un sepia cálido que permite dar todas las gradaciones de fuentes de luz sutiles y dramáticas con las que se caracteriza la cinematografía del cine negro. Del mismo modo, los diálogos propuesto por Kidd se remontan a las bromas de ritmo rápido de películas de serie B de la época dorada de Hollywood.
Batman y Kem Roomhaus en en "Batman: Death by Design". Cortesía de DC Comics.
El hilo argumental continúa con una complicada serie de giros, toda la historia está envuelta en una anacrónica ambigüedad que recuerda la retro-futurista película Brazil (1985) de Terry Gilliam o la mítica Blade Runner (1982) de Ridley Scott.
Sin embargo, lo que ha llamado la atención ha sido el retrato mordaz que se realiza sobre un maestro constructor holandés llamado "Kem Roomhaus" cuyo nombre recuerda a Rem Koolhaas, aunque su representación, más se parece a la de Daniel Libeskind, el personaje del tebeo presenta proyectos visionarios como la propuesta para reemplazar la Estación Central Wayne con "una réplica masiva de la caja torácica de la "Megaptera nivaengliae", más comúnmente conocida como ballena jorobada, una propuesta que en realidad es una malvada sátira del proyecto en construcción de 3,8 mil millones de dólares realizado por Santiago Calatrava para el Transportation Hub en la parcela del World Trade Center en Manhattan o la prouesta de la ciudad de la cultura en Valecia que estos días aparecia cayendose a trozos.
El hilo argumental de «Muerte por Diseño» es en realidad una crítica al sobrediseño sin sentido, a las intervenciones tipo BIG o a la destrucción de la ciudad sin reciclar, como ocurrió en Manhattan con la destrucción de Penn Station, o tantas otras. Llevo años diciendo que la ciudad es un conjunto de partes individuales cuya unidad pertenece a la colectividad y no es propiedad de ningún grupo, ni de nadie. Las representaciones icónicas esperpénticas o los cantos de sirena como los Eurovegas de turno, solo conducen al desastre. Esto ya se dijo de la Ley del suelo de 1998, iba a ser la solución de la vivienda, del alojamiento en España, la solución de todos nuestros males, han pasado 15 años y solo fue la solución de unos pocos bolsillos a costa de toda la colectividad. Bueno, pues nuevamente otra vez el mismo sinsentido.
Joker, el Carnaval, Eurovegas, todo el mismo día ¿?