La rehabilitación, realizada por el estudio Ortiz Leon Arquitectos, destaca por su piel de vidrio ondulada, que genera un diálogo armónico con los nuevos espacios verdes exteriores, que suponen una de las intervenciones más importantes en el proyecto, conectando el interior y el exterior del edificio.
Otro de los aspectos más destacados de la rehabilitación es el atrio central de triple altura, que se convierte en el corazón del edificio, generando una conexión tanto física como visual entre las plantas. El atrio se complementa con una serie de pasarelas de vidrio, junto con los ascensores principales, que proporcionan ligereza y sofisticación a la estructura.l.
Constructivamente se han empleado materiales reciclados y sostenibles, como la madera de pino Balsaín de Segovia, que reviste las zonas nobles del edificio aportando calidez en contaste con el uso de aluminio en el muro cortina. Otro material distintivo del proyecto es el uso de ATI Laminates, finas chapas de metal decoradas con impresiones digitales.
Edificio KOI por Ortiz Leon Arquitectos. Fotografía por David Frutos.
Descripción del proyecto por Ortiz Leon Arquitectos
La rehabilitación del edificio KOI representa un ambicioso proyecto de transformación urbana que responde a los desafíos del siglo XXI, recuperando un inmueble construido en 1968. La intervención ha rediseñado por completo el espacio, sustituyendo la obsolescencia por un diseño contemporáneo donde la luz, la naturaleza y la tecnología son los elementos clave. Esta transformación se ha guiado por criterios de sostenibilidad, buscando obtener las certificaciones LEED Platino y WELL Platino, asegurando los más altos estándares de bienestar y eficiencia energética.
El edificio, ubicado en el corazón del distrito financiero de Madrid, destaca por su piel de vidrio ondulada, que suaviza las esquinas y genera un diálogo armónico con los espacios verdes exteriores. Estas formas fluidas y orgánicas enfatizan la integración de la naturaleza a lo largo de todo el recorrido, un concepto que impregna el diseño y conecta el interior y el exterior del edificio de manera simbiótica. Esta simbiosis se refuerza mediante la perfilería de madera en la fachada, que aporta calidez y equilibrio estético.
El atrio central es el corazón del KOI, un espacio de triple altura concebido como núcleo de interacción entre los ocupantes. Este vacío genera una conexión visual y física entre las plantas, y se realza con las pasarelas de vidrio y los ascensores escultóricos, que dotan de ligereza y sofisticación a la estructura. Este diseño ha sido un reto estructural, pero el resultado es un entorno que respira dinamismo, serenidad y vida.
Uno de los aspectos más destacables de esta rehabilitación es la incorporación de espacios verdes y jardines. Con 3.254 m² de terrazas y 290 m² de zonas verdes, KOI se convierte en un oasis en el centro de Madrid. Las terrazas ajardinadas y las áreas exteriores proporcionan espacios estanciales que invitan a la pausa y a la reflexión, siendo un regalo para los edificios colindantes y para la ciudad en su conjunto.
Además, el concepto de KOI se basa en la armonía entre opuestos, y busca ofrecer un espacio de trabajo donde fluya la creatividad y la inspiración. Las cuatro plantas diáfanas, diseñadas con módulos de 500 m², fomentan el «networking» y se adaptan a nuevas formas de trabajo. El diseño flexible y abierto crea un entorno que enriquece las interacciones y favorece la innovación. La elección de materiales nobles y de diseño se traduce en una experiencia sensorial única que potencia el bienestar de los ocupantes.
Desde una perspectiva técnica y medioambiental, KOI se ha concebido como un edificio energéticamente eficiente, con certificación energética A en consumo y emisiones. Además, se han utilizado materiales reciclados y sostenibles, como la madera de pino Balsaín de Segovia, cuya elección permite reducir la huella de carbono en un 70% en comparación con el uso de aluminio. Esta estrategia de optimización de recursos también se refleja en la gestión de residuos, logrando un aprovechamiento superior al 70% durante todo el proceso de construcción.
El edificio incorpora energías renovables mediante la instalación de paneles solares en la cubierta, y emplea sistemas de riego eficientes que combinan la recolección de aguas pluviales con riego por goteo. La vegetación autóctona contribuye a la eficiencia energética y a la mitigación del efecto isla de calor, al tiempo que requiere un bajo consumo de agua.
El enfoque en la salud y el bienestar de los usuarios se manifiesta en la incorporación de iluminación circadiana, que replica los ciclos naturales de luz para favorecer el biorritmo, y en la calidad del aire interior, garantizada mediante materiales de bajas emisiones y sistemas avanzados de purificación. La accesibilidad total del edificio, las plazas de aparcamiento para vehículos eléctricos y las instalaciones de transporte limpio subrayan el compromiso de KOI con un estilo de vida saludable y sostenible.
En la rehabilitación del edificio KOI se ha logrado un equilibrio entre tradición y sostenibilidad mediante el uso de materiales cuidadosamente seleccionados. La madera de pino Balsaín, originaria de los bosques de Segovia, reviste las zonas nobles del edificio, como vestíbulos y zonas comunes, aportando una calidez y naturalidad que contrasta con el tradicional uso de aluminio en el muro cortina. Esta elección ha permitido reducir la huella de carbono en un 70%, alineándose con los principios de construcción sostenible.
Además, se ha colaborado con Pont de Queros para diseñar elegantes pérgolas de sauce, cuya estructura ligera y diseño delicado integran el entorno natural en la arquitectura del proyecto. Por otro lado, en los pavimentos interiores destaca el mármol Argos en vestíbulos y escaleras, aportando un toque de sofisticación, mientras que en las áreas exteriores, se ha optado por una piedra caliza portuguesa, resistente y de tonalidad cálida, perfecta para conectar los espacios interiores y exteriores.
Un elemento distintivo del proyecto es el uso de ATI Laminates, un material innovador compuesto por finas chapas de metal decoradas con impresiones digitales que crean patrones únicos. La colección Funky Cold Patina, con su acabado envejecido, aporta un carácter contemporáneo e inesperado, jugando con texturas y reflejos que transforman visualmente los espacios.
Esta cuidada selección de materiales refleja un compromiso con la sostenibilidad y el diseño detallista, donde cada elemento arquitectónico ha sido pensado para dialogar armónicamente con el entorno y la esencia del proyecto.
En conclusión, KOI es un referente de regeneración urbana, que combina de forma armónica la tecnología, la naturaleza y el bienestar humano. El edificio materializa un equilibrio perfecto entre sostenibilidad y diseño, ofreciendo espacios adaptados a los retos contemporáneos, donde la flexibilidad y la conexión con la naturaleza potencian el bienestar y la creatividad de quienes lo habitan.