El proyecto de Le Fresnoy causaba admiración e irritación por igual, incluso algunos aventuraban el final de la Arquitectura con tales postulados. En aquel contexto estabamos con Le Fresnoy.
Actualmente, lejos de aquellos discursos teóricos, el debate parece estar en la misma estación tras el fallo del Premio Mies van der Rohe del 2013, ganado por los arquitectos Henning Larsen Architects, Batteríið Arquitectos y el Studio Olafur Eliasson, por el Auditorio Harpa de Reikiavik, y habiéndose concedido una Mención Especial de Arquitecto Emergente a María Langarita y Víctor Navarro, por la Nave de Música Matadero de Madrid.
El resultado no sorprende, conociendo la discutible selección de proyectos que llegaron a la final y a los componentes del jurado del premio, y tampoco sorprende que los miembros de dicho jurado no hayan podido eludir la notoria participación de un no arquitecto y el valor de su aportación en el proyecto ganador.
El Auditorio Harpa es un proyecto con un programa bien resuelto y en todos sus aspectos brillantemente ejecutado, pero ¿es esto suficiente para recibir el premio Mies van der Rohe? seguramente no, pues así hay muchos proyectos buenos, un algo más es lo que hace que un proyecto se destaque sobre otros y ese algo más en este caso es sin lugar a dudas es su excepcional fachada, diseñada por el artista Olafur Eliasson.
Hace unos meses os presentábamos el proyecto, ahora premiado, en un artículo titulado "Cuando el Invitado supera al Autor. Olafur Eliasson". No es la primera vez que este artista islandés ha colaborado con arquitectos o ha intervenido en proyectos casi arquitectónicos, una de esas ocasiones más conocidas fue la participación de Olafur con la arquitecta Kjetil Thorse, en 2007, en el pabellón de la Serpentine Gallery de Londres.
Las colaboraciones entre arquitectura y arte, entre arquitectos y artistas, son muy habituales, pero ¿qué ocurre cuando la obra del invitado se superpone en valor y calidad a la obra del autor principal?, ¿a quién ha premiado realmente el Mies van der Rohe del 2013, al artista o a los arquitectos?
La mención dada como Arquitecto Emergente a María Langarita y Víctor Navarro, sin obviar la brillantez de su proyecto, vuelve a situarnos en una posición parecida. El proyecto, insisto en que es un buen proyecto, es el resultado de intervenir en un edificio ya existente, la nave 15 de matadero, con una intervención que, tampoco a nadie se le escapa, es más escenográfica que arquitectónica, la organización de un programa, una distribución de un espacio interior, lo que conceptualmente en nada se diferencia de los programas de las sedes de google para sus empleados, en este caso (la Nave de Música Matadero) es para quienes usan las instalaciones bajo el patrocinio de Red Bull.
Arquitecturas interiores, arquitecturas efímeras, arquitecturas programáticas, arquitecturas escenográficas, arquitecturas de decorados, todas son arquitecturas sin ningún género de dudas, sin embargo si ya cuestionábamos la intervención española en la Bienal de Venecia, por su alejamiento de la realidad, tenemos la convicción de que los resultados del Premio Mies van der Rohe son brillantes reflejos de un periodo agotado, son Anyways.
* Los Congresos Any, organizados por Peter Eisenman, se fueron celebrando en diferentes ciudades acompañados de una segunda partícula que definía parte de los contenidos del debate propuesto a los invitados. En el de Barcelona de 1993 fue "way", resultando "Anyway".
Miembros del jurado Mies van der Rohe 2013: Wiel Arets, Presidente del jurado/Wiel Arets Architects, Maastricht; Pedro Gadanho, Comisario de arquitectura contemporánea, Museum of Modern Art (MoMA), Nueva York; Antón García-Abril, Ensamble Studio, Madrid; Louisa Hutton, Sauerbruch Hutton Architects, Berlín; Kent Martinussen, Presidente y director ejecutivo, The Danish Architecture Center (DAC), Copenhague; Frédéric Migayrou, Director, Architecture & Design, Centro Pompidou, París; Ewa Porębska, Redactora jefa, Architektura-murator, Varsovia; y Giovanna Carnevali, secretaria del jurado/Directora, Fundació Mies van der Rohe, Barcelona.