Hay un gran contraste entre la iluminación de las zonas comunes y las zonas privadas, pese a que se aprovechan al máximo las vistas que ofrece el paisaje, los arquitectos también han tenido en cuenta la intimidad del cliente, por ello las zonas privadas, como la habitación, tienen colocados los ventanales en la parte superior de los muros.
Descripción del proyecto por Martens Van Caimere Architecten
En Frasnes-les-Buissenal, un pueblo situado en las Colinas y en el protegido paisaje de Pays De Collines, diseñamos la Villa V. La planta de la casa tiene forma de L, mimetizando el diseño de la granja que una vez ocupó su lugar.
En esta planta en forma de L, el programa se organiza en una sola planta mediante una secuencia de salas cerradas y espacios abiertos. Un tramo de la L se situa encima de la colina y contiene las áreas privadas: dormitorio, baño y estudio. El otro tramo de la L contiene las áreas comunes, en un espacio abierto que se cierne sobre la colina y abre sus vistas hacia el paisaje y los viñedos.
Mirando desde la cima de la colina llamada “Dieu des Monts” (Dios de las Colinas) hacia el valle, la villa con su azotea verde se mezcla con el paisaje circundante. Mirando desde el valle hacia la villa, ésta parece desprenderse de la colina, flotando.
La villa fue construida a base de hormigón armado in situ, definiendo su fuerte atractivo visual en una escultura de hormigón sin concesiones. El hormigón otorga un lienzo para el interior de la casa y funciona como un telón de fondo minimalista para la colección de muebles y arte moderno de los clientes. Las técnicas se mantienen visibles durante todo el proyecto, aceptando su necesidad y explotando su calidad visual industrial.
Desde el exterior, siguiendo las estrictas regulaciones de la normativa de materiales del paisaje protegido, la villa se reviste de ladrillo rojo. Un material comúnmente utilizado en Pays De Collines. Maximizando la vista entorno al constante cambio de los alrededores, la escultura fue perforada con muros cortina, construidos con madera y vidrio. Estos marcan el ritmo estricto con el que se diseñó la casa, legible de adentro hacia fuera para los clientes y de afuera hacia dentro para las personas que pasan de largo.
Esta legibilidad y lenguaje arquitectónico se establecen aún más por los dos tejados en voladizo ( uno que sirve como entrada cubierta y el otro como terraza cubierta) que terminan la villa en forma de L con un fuerte gesto geométrico.