
La intervención de Santamaria Arquitectes se divide en tres: la consolidación estructural del edificio, la creación de una cubierta de vidrio sobre la nave principal que permita la actividad en su interior y la reactivación del campanario construyendo una escalera que lleve al usuario a disfrutar las vistas desde lo alto del mismo.
Tanto para la estructura que sostiene el vidrio de la cubierta de la nave, como para las escaleras del interior del campanario, se emplea aluminio y acero corten para no destacar sobre los colores de los elementos originales. Para los pavimentos se emplea grava y arena sobre una lámina geotextil, esto permitirá retirarlos fácilmente en caso de futuras actividades arqueológicas.

Rehabilitación de la iglesia de Sant Esteve por Santamaria Arquitectes. Fotografía por Judith Casas.
Descripción del proyecto por Santamaria Arquitectes
La iglesia Sant Esteve se sitúa en el extremo oriental del término municipal de Marganell (Barcelona), municipio situado en la vertiente septentrional del macizo de Montserrat. La iglesia comparte recinto con el cementerio y se encuentra a 1,5 km del casco urbano, en medio de un gran espacio natural, y sobre una pequeña meseta desde donde tiene unas magníficas vistas sobre la simbólica montaña de Montserrat.
La iglesia ha ido evolucionando y sufriendo modificaciones a lo largo de los años, pero todavía mantiene gran parte de su estructura románica.
Las primeras referencias de la iglesia son del siglo XI-XII con una iglesia de dimensiones más reducidas que la actual. Durante el siglo XVII se construye la capilla lateral ubicada en el norte de la nave central y durante los siglos XVII-XVIII se construye la sacristía conectada directamente con la capilla y el presbiterio.

Durante la Guerra del Francés (1808-1814) se quemaron parte de la iglesia y la sacristía.
El siglo XIX se reconstruye el templo y se aprovecha para ampliarlo con una nueva capilla lateral ubicada en el lado sur. En este período también se construyen el nuevo campanario y la rectoría, que era un edificio de grandes dimensiones situado junto al campanario y conectado con éste a través de un puente elevado.
En plena Guerra Civil Española, concretamente el 21 de julio de 1936, la iglesia y la casa rectoral fueron saqueadas y quemadas y desde ese momento, la iglesia quedó muy deteriorada, sin tejado y abandonada.

En 2022 se realizaron unas excavaciones arqueológicas que descubrieron los muros de la iglesia original, así como también se localizaron tumbas en varios lugares.
Al inicio del proyecto la iglesia estaba formada por la nave central, una capilla lateral en el lado norte y la torre del campanario situada en la esquina suroeste.
La nave central, de 15 m de largo y una anchura de 7'7 m, tiene muros de sillares regulares dispuestos en hiladas. Presenta un ábside semicircular sin ventanas ni adornos y un altar elevado pavimentado con piezas cerámicas. En el muro frontal se abre la puerta principal, que data del año 1824, y una ventana alta circular. El edificio no tiene cubierta desde que ésta fue derrumbada durante la Guerra Civil.

La capilla lateral está cubierta por una bóveda de cañón y se comunica con la nave central a través de una ancha arcada.
La torre del campanario es una torre vacía de planta cuadrada de 4 metros de lado y unos 15,7 m de altura, coronada con una cubierta a cuatro aguas.
El objetivo del proyecto es la adecuación del espacio para la celebración de actos culturales y religiosos a cubierto, pero manteniendo su función de espacio público abierto a sus habitantes.

La propuesta arquitectónica consta de tres actuaciones diferenciadas:
- Consolidación estructural del edificio.
- Creación de una cubierta de vidrio en la nave principal.
- Creación de una escalera en el interior de la torre del campanario.
La consolidación estructural se basa en el saneamiento de los paramentos verticales que conforman el recinto de la iglesia. Se retiran restos vegetales existentes y se repican los revestimientos en mal estado.

La nueva cubierta de vidrio se coloca por el interior del edificio, por lo que permite utilizar el espacio interior cubierto y la imagen exterior de la iglesia no se ve modificada.
La cubierta se sitúa a unos cinco metros de altura, en el punto donde todas las paredes son planas y regulares, justo debajo de la franja curvada donde arrancaban las bóvedas cerámicas de la cubierta. La nueva cubierta está formada por una estructura metálica de jácenas empotradas en los muros originales de piedra. Sobre estas jácenas se apoyan los perfiles que configuran la cubierta, así como un perfil perimetral exento de los muros que permite la ventilación del espacio y al mismo tiempo actúa de canalización del agua de la lluvia, que se evacua hacia el exterior a través de cuatro gárgolas. En la zona del ábside los perfiles forman media circunferencia adaptándose a la curvatura de las paredes.

Con el fin de reducir la huella ecológica del edificio, se opta por la utilización de materiales naturales para los pavimentos. Se coloca arena bajo la proyección de la gran cubierta transparente, mientras que todo lo demás se resuelve mediante pavimento de grava muy fina. Estos pavimentos blandos se colocan sobre lámina geotextil y permitirán que se puedan realizar futuras actividades arqueológicas.
La otra actuación fue recuperar el acceso al campanario, que permanecía inaccesible debido al incendio de la iglesia durante la Guerra Civil. Se coloca una escalera metálica con pavimento de entramado metálico que permite la visión total del interior de la torre. La escalera sube hasta la parte más alta del campanario, donde se crea un mirador con vistas sobre el territorio y Montserrat. El campanario se ilumina a través de la energía generada por las placas fotovoltaicas situadas en el tejado del cementerio.