En un entorno caracterizado por parcelas ajardinadas independientes, donde prima el uso del vehículo privado, se gira la volumetría construida, aportando riqueza visual y permitiendo la creación de una plaza pública y una zona verde frente a la fachada principal. Este espacio sirve como zona de networking y encuentro abierto a toda la tecnópolis, con una cafetería que mira al paisaje.
El edificio cuenta con la calificación LEED oro y ha sido proyectado bajo los estándares de sostenibilidad y eficiencia. El uso de materiales reciclados, las cubiertas verdes con vegetación de bajo consumo hídrico y griferías de bajo consumo, entre otros, permite al edificio dar una respuesta mas sensible y amigable con el medioambiente.
Edificio Rosalind por estudio Primitivo González. Fotografía por estudio Primitivo González.
Descripción del proyecto por Estudio Primitivo González
Rosalind es el primero de tres edificios previstos como campus ubicados en la ampliación del Parque Tecnológico de Andalucía, en Málaga. Los tres edificios dialogan entre sí, ofreciendo una nueva zona reconocible, haciéndose eco del carácter de esta zona comercial en expansión con un espíritu joven y optimista.
El proyecto es una apuesta por la flexibilidad de uso, con una distribución sencilla y funcional que maximiza las posibilidades de ocupación. Las zonas comunes, los núcleos de comunicación vertical y los servicios se disponen en un núcleo longitudinal central, liberando la fachada, todo lo cual puede destinarse a zona de oficinas con iluminación natural y vistas al entorno. Simultáneamente, la relevancia de la estructura portante en la zona de oficinas se diluye mientras que la sistematización y modulación de los elementos constructivos gana visibilidad, dotando a la planta de una gran versatilidad de uso.
Edificio Rosalind por estudio Primitivo González. Fotografía por estudio Primitivo González.
Edificio Rosalind por estudio Primitivo González. Fotografía por Fernándo Alda.
Además, los espacios servidores están dispuestos para permitir que cada piso se subdivida en cuatro oficinas equivalentes, de modo que estas puedan arrendarse a pequeñas empresas emergentes, manteniendo cada una de ellas áreas de servicio individuales. Las instalaciones quedan a la vista en la zona de oficinas diáfanas sobre las islas de falso techo que concentran la iluminación, los elementos terminales y el aislamiento acústico, reforzando el carácter desenfadado de las zonas de trabajo a la vez que permiten la máxima versatilidad.
La fachada enfatiza la longitudinalidad del bloque con varias filas de lamas horizontales fijas y orientables. Desde el exterior, esta variación genera una fachada vibrante. Desde el interior, los largos bloques de lamas enmarcan el paisaje, dejando una abertura horizontal a la altura de una persona sentada, desde la que se divisa la silueta de las lejanas montañas. Esta fachada da sombra a los espacios de oficinas a la vez que otorga un carácter unitario y reconocible al conjunto de edificios.
Además, en un entorno caracterizado por parcelas ajardinadas independientes, donde prima el uso del vehículo privado, se rota la volumetría construida, aportando riqueza visual y permitiendo la creación de una plaza pública y una zona verde frente a la fachada principal. Este espacio sirve como zona de networking y encuentro abierta a toda la tecnópolis, con una cafetería que mira al paisaje.
Edificio Rosalind por estudio Primitivo González. Fotografía por Fernándo Alda.
El edificio ha sido proyectado con altos estándares de sostenibilidad y eficiencia. Consta entre otros: losas de hormigón visto aligeradas con esferas de material reciclado que aportan inercia térmica al edificio, cubiertas verdes con vegetación de bajo consumo hídrico, recogida y acumulación de aguas pluviales para riego, ventilación cruzada, patios interiores ventilados, galería de protección solar, grifería de bajo consumo, control de origen de materiales,... Por todo ello, el edificio cuenta con la calificación LEED oro.