El volumen principal, se mantuvo y rehabilitó. La nueva estructura metálica, cuenta con un revestimiento que garantiza el sombreado y la impermeabilización del espacio y tiene como referencia el módulo triangular preexistente de la torreta preexistente.
Descripción del proyecto por Rui Mendes Ribeiro
Antecedentes históricos
Inaugurado el 21 de septiembre de 1952, la construcción del Mercado Municipal de Famalicão tenía una doble finalidad: por un lado descongestionar el antiguo recinto ferial (actual plaza D. Maria II) y por otro hacer un espacio más agradable y con mejores condiciones higiénicas.
Después de un periodo dorado, el Mercado se presentaba, en la fecha de la intervención, como un espacio obsoleto y sin capacidad de dinamismo para atraer a nuevos y diversificados consumidores.
Contexto urbano
El edificio principal está formado por tres cuerpos rectangulares contiguos, con una torreta con el escudo de la ciudad, que marca la transición entre la plaza D. Maria II y la calle Capitão Manuel Carvalho.
En una cota superior, el acceso al patio del Mercado (Plaza) se realiza a través de dos entradas - al Norte, por la calle del capitán Manuel Carvalho y al Oeste, por la plaza D. Maria II. El patio, en un nivel inferior, estaba sostenido por tres edificios en los que se vendía carne, pescado y fruta.
El volumen principal, que se mantuvo y rehabilitó en el proyecto arquitectónico, tiene forma de línea quebrada en el plano, pero en un nivel superior acompaña a la fachada de la calle. Los espacios interiores están ocupados por varios establecimientos comerciales (tiendas de calle).
Concepto
La intervención en el Mercado Municipal de Famalicão tuvo como objetivo su rehabilitación, con la premisa de realzar su carácter arquitectónico y mejorar las condiciones existentes.
Así, además de la intervención en el edificio existente, se construyó una nueva estructura metálica, garantizando la capacidad de atender las necesidades del Mercado permanente y cíclico y permitiendo aún la apertura de un nuevo frente urbano hacia la Avenida Marechal Humberto Delgado y la Plaza Mouzinho de Albuquerque.
El revestimiento de este nuevo cuerpo garantiza el sombreado y la impermeabilización del espacio y tiene como referencia el módulo triangular preexistente de la torreta, que también permite una mayor integración en el entorno.