El color que se ha elegido es el gris, con un acabado rústico y afine pulido que simula un gran bloque de piedra monolítico en mitad del verde intenso característico de emplazamiento.
El Aguacate por David Martínez Ramos. Fotografía por César Bejar.
El Aguacate por David Martínez Ramos. Fotografía por César Bejar.
Descripción del proyecto por David Martínez Ramos
Bajo la luz cenital que ingresa por la techumbre del espacio central de 4.5 metros de altura de la Casa «el Aguacate», sus habitantes pueden disfrutar del paisaje circundante a través de los ventanales que rematan en dos de sus patios perimetrales y una gran terraza que se extiende en el terreno por medio de plataformas vegetadas. Las habitaciones y servicios ubicadas en tres células que se articulan alrededor del espacio central replican la experiencia visual de cercanía con el entorno y las vistas lejanas manteniendo una huella compacta del edificio y una presencia discreta en el sitio.
«El Aguacate» busca ser la interfaz entre sus habitantes y el lugar en el cual se desplanta; un espacio acogedor de descanso y convivencia cuya composición conformada por patios y volúmenes interconectados permite el libre flujo del viento, la luz natural y las circulaciones.
A partir de un esquema inicial de cuadrados concéntricos, el diseño de la casa se desarrolla definiendo un orden geométrico, programático y estructural que fue después subvertido para incrementar el tamaño de la terraza y mejorar con ello su comodidad. Todos los elementos trabajan. Los espacios públicos y privados que se adosan alrededor de la sala y comedor central, sostienen la gran techumbre con sus muros de block gris protegidos con un acabado rústico de afine pulido. La sobriedad y solidez exterior junto con el diseño de paisaje en piedra aparente acentúan la apariencia pétrea y monolítica de la casa, dialogando por medio del color y las texturas con el intenso color verde del jardín y el extenso carácter del sitio.
En la medida en que las diferencias entre la experiencia de «ciudad» y «campo» se desdibujan por los medios de transporte y la flexibilidad operativa que provee la conectividad digital, nos pareció importante repensar la idea de una casa de fin de semana desde el compromiso ambiental, social, económico y estético de proveer solo lo necesario. Buscamos manifestar que el buen planteamiento y ejecución de una idea, independientemente de la escala y presupuesto permite decir mucho con poco.