Las relaciones topológicas entre los volúmenes y las tensiones entre ellos mismos y el espacio contenedor, da lugar a una experiencia urbana a pequeña escala, mediante la cual clientes y profesionales se convierten en participantes activos y no sólo en consumidores pasivos.
Descripción del proyecto por RAUM 41-42 Architecture Office
El proyecto para la cínica dental PCL se ubica en Puçol, una localidad a pocos kilómetros de Valencia, en un bajo comercial de un bloque de viviendas de ladrillo típico de la década los años 80.
Nos encontramos con un espacio en cuatro niveles de cotas muy diversas, y un forjado en curva resultado de la afección de la rampa de bajada de los vehículos al parking del edificio.
La problemática principal se focaliza en cómo resolver el programa e integrar en la propuesta las diferencias de nivel así como la peculiar geometría con la que nos encontramos.
El programa de la clínica requiere diferenciar dos ámbitos, uno más público vinculado a la calle, y otro privado, interno, para los trabajadores de la clínica.
Como propuesta, una serie de cajas autónomas, exentas, se dispersan por el espacio colonizando los distintos niveles y recogiendo los programas definidos que requiere el programa: baños, almacenaje, y boxes de trabajo.
El resto: espacio vacío.
Las relaciones topológicas entre los volúmenes y las tensiones entre ellos mismos y el espacio contenedor, da lugar a una experiencia urbana a pequeña escala, mediante la cual clientes y profesionales se convierten en participantes activos y no sólo en consumidores pasivos.
Mientras, la sala de espera, a modo de plaza, domina el espacio. El sistema de boxes y los ámbitos de acceso a los mismos generan una banda que delimita ambos mundos, es el espacio de conexión entre los distintos usuarios de la clínica.
El cerramiento se retrasa de la línea de fachada, generando una geometría quebrada ganando profundidad, y permitiendo una transición gradual entre la calle y clínica. Las dimensiones del mismo, y la orientación a Sur, permiten la entrada de luz natural en toda la profundidad del espacio.
El perímetro se resuelve de la forma más neutra posible, pintado en blanco, el plano del suelo se materializa, en la zona más pública, con un pavimento cerámico de color gris y, un linóleo del mismo color en los niveles privados. Los boxes se revisten exteriormente de chapa minionda microperforada, en el interior cerámica de 10x10 identifica con el color cada uno de ellos. Las cajas del baño y mostrador, por su parte, se materializan con paneles de espejo y policarbonato respectivamente desmaterializando sus límites.