El proyecto desarrollado por Flow81 dosifica la cantidad de iluminación natural en los espacios de la vivienda, protegiendo al interior de la vivienda de la luz directa del sol durante los meses de más calor mediante un juego de volúmenes y voladizos. La relación de la vivienda con el arroyo propone un recorrido cambiante según la situación por la que pasa el agua.
El flujo continuo del arroyo a lo largo del espacio de la vivienda no solo aporta en el apartado estético, sino que a su vez contribuye a mantener un nivel óptimo de humedad en el interior, en sintonía con el jardín vertical que encontramos en una de las paredes. Su caída en cascada en la zona pública de la vivienda genera una atmósfera relajante gracias al sonido del agua que discurre por debajo de la vivienda hasta desembocar en una piscina exterior.
Casa flotante por Flow81. Fotografía por Fernando Alda.
Descripción del proyecto por Flow81
En este proyecto, uno de los principales retos fue trabajar con una parcela atravesada por un arroyo. Inicialmente considerado una limitación, se convirtió en el eje central del diseño. El arroyo fluye desde la entrada principal, donde su presencia serena da la bienvenida, para después recorrer toda la vivienda. Su caída en cascada en la zona de salón/comedor/cocina abierta genera un ambiente relajante con el suave sonido del agua, mientras discurre por debajo de la vivienda hasta desembocar en una piscina exterior. Este flujo continuo no solo aporta un toque estético, sino que también contribuye a mantener un nivel óptimo de humedad en el interior, en sintonía con el jardín vertical que decora una de las paredes.
La casa está parcialmente enterrada en la ladera, aprovechando la roca natural como base estructural, lo que minimiza la necesidad de cimentaciones invasivas. Este anclaje a la roca permite que el diseño sea respetuoso con el medio, manteniendo la topografía y vegetación existentes. El uso de cerchas metálicas tridimensionales de gran altura permite que algunos volúmenes “vuelen” sobre la parcela, evitando el contacto directo con el terreno y generando amplias vistas al campo de golf y al Mar Mediterráneo. Gracias a esta disposición, se minimiza la creación de sombras entre los diferentes volúmenes favoreciendo la luminosidad natural. Al mismo tiempo y buscando el efecto contrario, los volúmenes y voladizos nos permiten dosificar dicha luminosidad protegiendo al interior de la vivienda de la luz directa del sol durante los meses de más calor.
En sintonía con el entorno, el agua y la vegetación interior se integran en la villa, potenciando una atmósfera de sostenibilidad y confort. La casa, sin elementos ocultos, se presenta desnuda y sincera, mostrando su estructura y fusionándose con la naturaleza de forma armónica.