Los volúmenes estarán revestidos con ladrillos cerámicos vidriados blancos en un guiño a la tradición valenciana, creando una fachada reluciente, y juntos serán bautizados como "la ciudadela" y "el faro".
El jurado estuvo compuesto por Fuensanta Nieto de la Cierva, en representación del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España; Antonio Ortega Godino en representación del Ayuntamiento de Alicante; y Elisa Valero Ramos, en representación del Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana.
San Carlos, Centro de Congresos de Alicante por Luca Poian Forms + Frade Arquitectos. Visualización por BSArq.
Descripción del proyecto por Luca Poian Forms + Frade Arquitectos
Ubicado en un lugar destacado dentro del puerto de la ciudad costera, el proyecto para el nuevo Centro de Congresos está inspirado en el histórico baluarte de San Carlos que en el pasado defendió la zona. Éste fue construido tras el bombardeo de la ciudad en 1691 y fue desmantelado a finales del Siglo XIX durante la demolición del sistema defensivo de Alicante. La propuesta pretende completar el tríptico que en el pasado existió entre el Castillo de Santa Bárbara, el Castillo de San Fernando y el Baluarte.
El proyecto consta de dos volúmenes en talud. Ambas piezas se abren al exterior a través de grandes ventanales estratégicos que enmarcan los paisajes clave de la ciudad. Éstos quedan envueltos por una piel compuesta por ladrillos esmaltados siguiendo la tradición de cerámica valenciana, los cuales contribuyen a la eficiencia energética del conjunto. Los gruesos muros perimetrales albergan en su interior núcleos de comunicación e instalaciones, dotándolos de una gran inercia térmica que minimizará la huella de carbono del edificio.
Maqueta. San Carlos, Centro de Congresos de Alicante por Luca Poian Forms + Frade Arquitectos.
El volumen principal alberga salas de eventos con capacidad para 2.000, 500 y 300 personas, una sala multiusos, una sala VIP, una sala de prensa, salas de comisión y zona para exposiciones temporales, así como cafetería y restaurante mientras que la torre acoge las oficinas.
Una pasarela conecta los dos volúmenes creando un jardín público que fomenta las sinergias entre los dos espacios y que se abre tanto al puerto deportivo como al mar Mediterráneo. Debajo de la explanada verde, se ha diseñado una estructura totalmente flexible para contener una amplia gama de usos, incluidos estacionamiento, espacios de oficinas y otros usos que demande la ciudad.
El resultado es un icono contemporáneo, vinculado estrechamente a la historia de la ciudad desde una apuesta hacia el futuro.