La organización volumétrica en forma de «Z» del conjunto, sigue inteligentemente la estela de algunos brillantes ejemplos clásicos de viviendas, en Barcelona, como la «Casa Bloc». Una disposición que permite liberar un gran espacio de la parcela, respetando el arbolado existente y dotando al edificio de espacios exteriores de calidad y en contacto con la naturaleza.
Descripción del proyecto por Batlleiroig
Una nueva forma de vivir en contacto con la naturaleza
El diseño de la residencia promueve una nueva forma de vivir, con unas habitaciones diseñadas y equipadas para disfrutar de total intimidad que se complementan de unos espacios y servicios comunes que fomentan la vida en comunidad y la relación entre estudiantes.
La organización volumétrica del conjunto permite liberar un gran espacio de la parcela, respetando el arbolado existente y dotando al edificio de espacios exteriores de calidad y en contacto con la naturaleza. Gracias a la disposición propuesta, todas las habitaciones disponen de buenas visuales hacia los espacios exteriores, asegurando a los estudiantes y docentes acceso a la naturaleza desde cada uno de los espacios.
Espacios que potencian la vida en comunidad
La zona común más destacada es el gran jardín del interior de la parcela, donde se encuentran una piscina, un anfiteatro exterior, una zona de barbacoa y zonas de estar, espacios que permiten disfrutar de un sinfín de actividades al aire libre, una de las prioridades del diseño.
Al acceder al edificio por la Avenida Esplugues, a través de un vestíbulo diáfano, se tiene visual directa con el jardín interior. El mismo vestíbulo conecta con una gran zona comunitaria en el nivel inferior, iluminada a través de un gran lucernario que proyecta luz natural todo el día. Es en este espacio donde se encuentran todo tipo de espacios comunes como salas de estudio, de juegos, comedores comunitarios, zona de estar, gimnasio…
En la cubierta del edificio, con unas vistas excepcionales de la ciudad de Barcelona, se ubica otra zona de uso común y de encuentro. Todos estos espacios exteriores cobran especial relevancia en un clima y cultura como la nuestra y diferencian a Vita Pedralbes de otras residencias situadas en el casco urbano de la ciudad.
Una fachada sencilla y de calidad
La fachada se caracteriza por su sencillez, calidad y color, integrándose totalmente en el entorno ajardinado de la parcela. Su diseño y modulación responden de forma directa a su programa, ajustándose a dos situaciones diferenciadas por su orientación y entorno. Por un lado, las fachadas norte y este se relacionan de forma directa con la calle, por lo que se ha diseñado una fachada más protegida que combina zonas opacas con otras huecas donde se ubican las balconeras de las habitaciones. Por otra parte, las fachadas sur y oeste son las más expuestas al sol y en contacto directo con el jardín; por ello se han planteado fachadas más ligeras con terrazas y vegetación que aportan protección solar y dotan a las habitaciones de espacios exteriores de calidad en contacto con la naturaleza.
Se ha diseñado una fachada ventilada con un acabado de cerámica extruida de color verde con una geometría en forma de greca que se enmarca con unas lamas de aluminio que enfatizan su modulación. Este acabado y su geometría generan un juego de sombras que varía durante el día, caracterizando la imagen del edificio.
La fachada ventilada, su acabado de cerámica extruida con una alta inercia térmica y la incorporación de carpinterías de altas prestaciones dan lugar a una envolvente térmica que contribuye a reducir la demanda energética del edificio.
Un proyecto sostenible que gestiona de forma responsable los recursos
El edificio ha sido diseñado bajo estrictos parámetros de sostenibilidad y ahorro energético, con una envolvente térmica y organización volumétrica que reducen al mínimo su demanda. Del mismo modo, la incorporación de una serie de medidas y la alta eficiencia de sus instalaciones reducen al mínimo las emisiones de CO2, lo que supone que la residencia consuma un 85% menos que lo establecido por la normativa.
Se han incorporado fuentes renovables de producción de energía, como placas solares fotovoltaicas –con una producción anual de 42 MWh/año– así como placas solares térmicas para la producción de agua caliente sanitaria –cubriendo el 70% de la demanda del edificio–.
A su vez se ha optado por implementar una gestión responsable del agua, con la introducción de equipamientos eficientes, una vegetación autóctona de bajo requerimiento hídrico y reaprovechando el 100% de las aguas de lluvia. Las aguas de lluvia procedentes de las cubiertas del edificio se utilizan para el riego de todas las zonas verdes y las de la urbanización exterior se infiltran en el propio terreno. Con estas medidas reducimos al mínimo el consumo de agua y el vertido a la red de alcantarillado.
En el edificio se promueve la movilidad sostenible con espacios destinados a bicis y patinetes y con escaleras abiertas y atractivas que conectan las zonas comunes y promueven recorridos interiores saludables.
Por todo ello, la residencia Vita Student prevé obtener el certificado de construcción sostenible BREEAM, así como una alta calificación energética A.